La reciente visita del presidente colombiano Gustavo Petro a Manta, Ecuador, ha desatado un torrente de reacciones y especulaciones. En una entrevista reciente, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa se refirió a esta visita, señalando que fue «algo extraño» y que no cree que haya tenido un impacto positivo en la población local. Esta declaración ha reavivado el debate sobre la relación entre ambos países y el papel que juega el narcotráfico en la política regional.
### La visita de Petro y sus implicaciones
Gustavo Petro llegó a Manta en mayo de 2025, justo después de asistir a la ceremonia de posesión presidencial de Daniel Noboa. Su estancia en la ciudad manabita, que ha sido golpeada por la violencia y el crimen organizado, ha suscitado dudas sobre sus intenciones. Noboa, al ser consultado sobre el propósito de la visita, expresó su escepticismo, afirmando que no vio a Petro involucrado en actividades que beneficiaran a los sectores más vulnerables de la sociedad.
La visita de Petro ha sido objeto de atención no solo en Ecuador, sino también en Colombia, donde se han planteado interrogantes sobre la naturaleza de su viaje y las actividades que realizó durante su estancia. Noboa mencionó que el gobierno colombiano ha solicitado información a la Cancillería ecuatoriana sobre el tema, aunque aclaró que las investigaciones se llevan a cabo en Colombia y no en Ecuador.
El contexto de esta visita es crucial, ya que Manta ha sido un punto focal en la lucha contra el narcotráfico. En días recientes, Petro ha hecho declaraciones sobre el tráfico de drogas que sale de puertos ecuatorianos, lo que ha añadido una capa de complejidad a la situación. La relación entre ambos presidentes se ha visto afectada por estas acusaciones, y la visita de Petro ha sido interpretada por algunos como un intento de fortalecer la cooperación bilateral en temas de seguridad, mientras que otros la ven como una maniobra política.
### La lucha contra el narcotráfico y la violencia en Ecuador
Durante la misma entrevista, Noboa abordó la creciente violencia en Ecuador, que ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos años. Con más de 7,500 muertes violentas registradas hasta octubre de 2025, el presidente ecuatoriano atribuyó este aumento a la lucha del Estado contra las bandas del narcotráfico. Noboa destacó que la mayoría de las víctimas de la violencia tienen antecedentes penales, lo que sugiere que la mayoría de los asesinatos están relacionados con disputas entre grupos criminales.
El presidente también hizo hincapié en la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado. En este sentido, mencionó la necesidad de colaboración con países como Estados Unidos, Brasil y Corea del Sur, que cuentan con recursos significativos para combatir el narcotráfico. Noboa anticipó que en las próximas semanas se definiría una reunión con el presidente estadounidense Donald Trump, lo que podría abrir nuevas oportunidades para fortalecer la cooperación en materia de seguridad.
Además, Noboa anunció la visita de la secretaria de seguridad de Estados Unidos, Kristie Noem, a Ecuador, donde se discutirán posibles instalaciones de bases o facilidades de seguridad en el país. Esta visita es vista como un paso importante en la búsqueda de apoyo internacional para enfrentar la crisis de violencia y narcotráfico que afecta a Ecuador.
La situación en Manta y la relación entre Ecuador y Colombia son reflejos de un problema más amplio que afecta a toda la región. La lucha contra el narcotráfico no solo es un desafío para los gobiernos locales, sino que también requiere un enfoque coordinado a nivel internacional. La visita de Petro, aunque polémica, podría ser una oportunidad para que ambos países trabajen juntos en la búsqueda de soluciones efectivas para combatir el crimen organizado y sus consecuencias devastadoras en la sociedad.
En resumen, la visita de Gustavo Petro a Manta ha generado un debate significativo sobre la política regional y la lucha contra el narcotráfico. Las declaraciones de Daniel Noboa resaltan la complejidad de la situación y la necesidad de una colaboración más estrecha entre Ecuador y Colombia para abordar los desafíos que enfrentan ambos países en este ámbito.
