La ciudad de Guayaquil ha comenzado la construcción de dos pasos elevados en la avenida del Bombero, un proyecto que ha generado tanto expectativas como críticas entre los residentes. Desde el 1 de julio de 2025, los trabajos han dado inicio con cierres viales que han afectado la movilidad en la zona. Mientras las autoridades municipales defienden la obra como parte de un plan integral para mejorar la fluidez del tráfico, los vecinos de sectores aledaños han expresado su descontento, cuestionando la efectividad y la transparencia del proyecto.
### Detalles del Proyecto y su Justificación
La construcción de los pasos elevados tiene como objetivo principal eliminar los semáforos en la intersección con la avenida Leopoldo Carrera, lo que se espera que mejore significativamente el flujo vehicular en una de las arterias más transitadas de la ciudad. El financiamiento del proyecto, que asciende a más de 15,4 millones de dólares, proviene de un crédito otorgado por la CAF, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe. Según las autoridades de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), este respaldo financiero garantiza que se han realizado estudios técnicos, ambientales y de movilidad adecuados.
Christian Benalcázar, director de Planificación de la ATM, ha afirmado que este proyecto no es aislado, sino que forma parte de una solución integral para la avenida del Bombero. Durante la ejecución de la obra, se habilitarán los carriles de servicio y se implementarán contraflujos en ciertos tramos para facilitar giros seguros. Además, se ha anunciado un plan operativo de tránsito que contará con la presencia de 60 agentes, 15 camionetas, 17 motos y 2 grúas, disponibles las 24 horas para controlar el flujo vehicular.
Sin embargo, a pesar de estas justificaciones, la comunidad organizada de Los Ceibos ha manifestado su rechazo al proyecto. El colectivo Acción Los Ceibos, que agrupa a vecinos de varios sectores, sostiene que el paso a desnivel no aborda las verdaderas necesidades de la zona. Argumentan que el problema real radica en los cuellos de botella existentes cerca del túnel y en el cruce con Rodríguez Bonín, y que la obra solo servirá para aumentar la velocidad con la que los vehículos llegan a los embotellamientos.
### Críticas y Preocupaciones de los Residentes
Los residentes han expresado su preocupación por la falta de transparencia en el proceso de planificación. Aseguran que no se han presentado estudios de impacto ambiental, urbanístico o de seguridad, y critican que la socialización del proyecto se realizó con un comité que no representa a todos los barrios afectados. «La socialización fue casi una imposición. Nos dieron fecha de inicio y fin de la obra, pero nunca se nos mostró la data técnica», afirman los miembros del colectivo.
Carlos Vásquez, titular de la Dirección de Obras Públicas, ha respondido a estas críticas, asegurando que esta intervención es solo el comienzo de un plan más amplio para mejorar la infraestructura vial en la ciudad. Según él, la obra en la avenida del Bombero es prioritaria debido a la disponibilidad de financiamiento y es parte de un análisis institucional más amplio que incluye otras áreas de la ciudad que también requieren atención.
Además, se han planificado otras intervenciones en puntos críticos de congestión en el sector oeste de Guayaquil, como la intersección entre la avenida del Bombero y la vía a Daule, así como el puente de la avenida Rodríguez Bonín. Sin embargo, los vecinos continúan preocupados por el impacto que la obra tendrá en su calidad de vida, temiendo que el tráfico y la contaminación se desplacen hacia las calles internas de sus barrios.
El colectivo Acción Los Ceibos ha hecho un llamado a la creación de una mesa técnica intersectorial que incluya la participación ciudadana, académica e institucional para evaluar alternativas que consideren criterios de sostenibilidad urbana. La comunidad se siente ignorada y exige ser parte del proceso de toma de decisiones que afecta su entorno.
En medio de esta controversia, las autoridades han insistido en que no habrá desvíos por zonas residenciales y que las rutas de transporte público se mantendrán sin cambios durante la obra. Sin embargo, la desconfianza persiste entre los residentes, quienes temen que la situación se agrave con el tiempo.
La construcción de los pasos elevados en la avenida del Bombero es un tema que seguirá generando debate en Guayaquil, donde la necesidad de mejorar la movilidad se enfrenta a la preocupación por el impacto en la comunidad. La obra, que se espera dure 20 meses, se desarrollará en dos fases, y su éxito dependerá no solo de la ejecución técnica, sino también de la capacidad de las autoridades para involucrar a la comunidad en el proceso.