La construcción de un paso elevado en la avenida del Bombero, en el sector de Los Ceibos, ha generado un intenso debate en Guayaquil. Este proyecto, que se inició con la promesa de mejorar la movilidad en la zona, se ha visto envuelto en una serie de controversias que han llevado a su paralización desde el 10 de julio de 2025. Con un costo estimado de 14,7 millones de dólares, financiado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la obra ha dividido a la comunidad y ha suscitado preocupaciones sobre su impacto ambiental y su efectividad como solución vial.
La situación actual del proyecto es compleja. Desde su inicio, ha enfrentado reclamos de los vecinos, decisiones judiciales y medidas administrativas que han llevado a su suspensión. Un tramo de 500 metros de la avenida del Bombero permanece cerrado, lo que ha generado un aumento en la congestión vehicular en la zona. La obra fue concebida como una solución a los problemas de tráfico que han afectado a Los Ceibos durante años, pero la falta de consenso entre los residentes ha puesto en duda su viabilidad.
### División en la Comunidad
La comunidad de Los Ceibos, un barrio tradicional de Guayaquil fundado en 1962, se encuentra dividida en torno a la construcción del puente. Por un lado, el Comité Los Ceibos, que representa a una parte de los residentes, ha expresado su apoyo al proyecto, argumentando que mejorará la fluidez del tránsito en la intersección. Este grupo ha presentado más de 80,000 firmas en respaldo a la obra, afirmando que la falta de desarrollo en la infraestructura ha dejado al barrio vulnerable a problemas de tráfico y delincuencia.
Sin embargo, un colectivo de vecinos conocido como «Acción Los Ceibos» se opone firmemente al proyecto. Este grupo sostiene que la obra no cuenta con la suficiente participación ciudadana en su planificación y que su categorización ambiental ha sido inadecuada. Además, han cuestionado la efectividad del puente como solución a los problemas de tráfico, argumentando que el verdadero cuello de botella se encuentra en los extremos de la avenida, no en el lugar donde se planea construir el paso elevado.
La oposición ha logrado avances legales significativos, incluyendo la orden de un tribunal para realizar un peritaje ambiental independiente que evalúe el impacto de la construcción. Esta decisión ha añadido más presión sobre el municipio y ha intensificado el debate sobre la necesidad y la viabilidad del proyecto.
### Perspectivas Técnicas y Ambientales
El debate sobre el paso elevado no solo se limita a la opinión pública, sino que también incluye perspectivas técnicas y ambientales. Por un lado, algunos ingenieros y expertos en movilidad sostienen que la obra es necesaria para abordar problemas estructurales de tráfico que han afectado a Los Ceibos durante más de dos décadas. Argumentan que la falta de puentes adecuados en la zona ha llevado a soluciones improvisadas que han exacerbado la congestión y la inseguridad.
Por otro lado, los críticos del proyecto, incluidos expertos en movilidad sostenible, advierten que la construcción de infraestructuras como puentes elevados puede tener efectos negativos en el tejido social de los barrios. Argumentan que estas obras fomentan el uso del automóvil particular y desincentivan el uso de medios de transporte más sostenibles, como la bicicleta o el transporte público. Además, han señalado inconsistencias en la categorización ambiental del proyecto, sugiriendo que debería haberse sometido a un estudio más riguroso debido a su potencial impacto en el medio ambiente.
La situación se complica aún más con la intervención del Ministerio del Ambiente, que ha solicitado la suspensión de la obra tras recibir denuncias sobre su posible impacto negativo. Esta intervención ha llevado a un aumento en la tensión entre el municipio y los grupos opositores, quienes ven en esta decisión una validación de sus preocupaciones.
En medio de este panorama, los residentes de Los Ceibos continúan expresando sus opiniones sobre el proyecto. Mientras algunos ven el paso elevado como una solución necesaria para aliviar la congestión, otros temen que su construcción solo agrave los problemas existentes. La falta de consenso y la polarización de opiniones reflejan la complejidad de la situación y la necesidad de un diálogo más inclusivo que considere las diversas perspectivas de la comunidad.
La construcción del paso elevado en Los Ceibos es un claro ejemplo de cómo las decisiones de infraestructura pueden generar divisiones en las comunidades. A medida que el debate continúa, queda por ver si se encontrará una solución que satisfaga a todos los involucrados y que realmente aborde los problemas de movilidad en la zona.