El reciente acuerdo del Ministerio de Energía de Ecuador marca un hito en la regulación del sector eléctrico del país. Con el objetivo de sincerar el costo de la electricidad, se busca eliminar el llamado «subsidio escondido» que ha afectado la rentabilidad de las empresas eléctricas. Este cambio, sin embargo, no implicará un aumento en las tarifas de luz para los consumidores, lo que ha generado tanto alivio como escepticismo entre los actores del sector.
### Contexto del Subsidio Escondido
Desde hace años, el sistema eléctrico ecuatoriano ha estado marcado por una serie de normativas que han limitado la capacidad de las empresas para recuperar sus inversiones. El mandato constitucional de 2008 estableció que no se incluyera el costo de las inversiones en generación eléctrica en las tarifas cobradas a los consumidores. Esto ha llevado a que, aunque el costo real de generación de un kilovatio hora sea de aproximadamente USD 0,15, los usuarios paguen entre USD 0,09 y USD 0,10. Esta diferencia ha creado un déficit en las finanzas de las empresas generadoras, como Celec, que se ven obligadas a asumir deudas significativas, como los USD 1.800 millones por los préstamos destinados a proyectos como Coca Codo Sinclair.
El nuevo Acuerdo Ministerial MAE-VEER-2025-0005-AM, firmado por el viceministro de Electricidad y Energía Renovable, Heriberto Medina, busca cambiar esta situación. A partir de ahora, la Agencia Nacional de Electricidad (Arconel) deberá establecer una tasa de descuento mayor a cero, permitiendo así que las empresas eléctricas recuperen sus inversiones. Este cambio es crucial para la sostenibilidad del sector, ya que reconoce que invertir en infraestructura eléctrica conlleva costos y riesgos que deben ser reflejados en el cálculo de las tarifas.
### Implicaciones del Nuevo Acuerdo
El acuerdo ha suscitado diversas reacciones entre los expertos y actores del sector. Por un lado, se reconoce que la medida es positiva, ya que permitirá una mayor transparencia en los costos de energía. Jorge Luis Hidalgo, un experto en el área, señala que este cambio expone el subsidio que reciben sectores como la gran minería, que históricamente han pagado tarifas eléctricas más bajas que otros sectores. La falta de un costo real en la tarifa ha permitido que estas industrias se beneficien de un subsidio que no es sostenible a largo plazo.
A pesar de las preocupaciones sobre un posible aumento en las tarifas eléctricas, el Ministerio de Energía ha sido claro en que no habrá incrementos en las planillas de luz para los consumidores. Esta afirmación busca tranquilizar a la población y asegurar que el cambio en la regulación no afectará su bolsillo. Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que la Arconel deberá definir cómo se calcularán estas nuevas tasas y si los costos adicionales se trasladarán a los consumidores en el futuro.
El cambio en la normativa también podría tener un impacto en la competitividad del sector eléctrico. Las empresas privadas, que deben recuperar su capital, se verán en una mejor posición para competir con las empresas públicas que, hasta ahora, no han tenido que incluir el costo de sus inversiones en sus tarifas. Esto podría incentivar una mayor inversión en el sector, lo que a su vez podría mejorar la calidad del servicio eléctrico en el país.
En resumen, el acuerdo del Ministerio de Energía representa un paso hacia la transparencia y sostenibilidad del sector eléctrico en Ecuador. Aunque se ha garantizado que no habrá un aumento en las tarifas para los consumidores, el verdadero impacto de esta medida se verá en los próximos años, a medida que se implementen las nuevas regulaciones y se evalúe su efecto en la rentabilidad de las empresas eléctricas y en la calidad del servicio que reciben los usuarios.
