La central eléctrica de El Salitral, ubicada al oeste de Guayaquil, se encuentra en una fase crítica de su desarrollo. La empresa estadounidense Progen ha reportado un avance significativo del 90% en la construcción de esta planta termoeléctrica, que tiene como objetivo mitigar la crisis de apagones que afectó al país a finales de 2024. Sin embargo, la situación financiera y las tensiones con la Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec EP) han generado incertidumbre sobre la culminación del proyecto.
### Avances en la Construcción de la Planta
La planta de El Salitral, que tiene una capacidad de 100 megavatios, fue adjudicada por un monto de 99 millones de dólares como parte de las contrataciones de emergencia del Gobierno Nacional. La casa de máquinas ya cuenta con 29 generadores instalados, aunque aún están en su embalaje original. Además, se han colocado tres megatanques con capacidad combinada de 400.000 galones de combustible, que están a la espera de pruebas finales y conexiones.
A pesar de estos avances, Progen enfrenta varios obstáculos que podrían retrasar la entrada en operación de la planta. Entre los principales desafíos se encuentran la necesidad de completar las conexiones eléctricas, la instalación de transformadores y tuberías de combustible, así como la llegada de un transformador de alta potencia desde China, valorado en más de un millón de dólares. El director de proyectos de Progen, José Walter, ha señalado que la llegada de este componente clave podría demorar un mes, dependiendo de la resolución de problemas financieros que han afectado el traslado.
### Problemas Financieros y Demandas de Progen
Uno de los puntos críticos en la relación entre Progen y Celec EP es el esquema de pagos establecido en el contrato. Hasta la fecha, Celec ha realizado un pago de 69,5 millones de dólares, que corresponde al 70% del valor total del proyecto. Sin embargo, el contrato estipula un segundo pago del 20% al inicio de las pruebas y un tercer desembolso del 10% restante al comenzar la operación comercial. Progen ha argumentado que el primer pago solo cubre el costo de los generadores, y ha solicitado cambios en el cronograma de entrega y en el esquema de pagos, similar a lo que se ha hecho con otros contratistas.
Walter ha enfatizado que no están pidiendo anticipos, sino que desean que se realicen los pagos conforme se entreguen los componentes del proyecto. Esta falta de liquidez ha dificultado la movilización de materiales esenciales, lo que podría retrasar la operación de la planta hasta agosto, justo antes de la temporada de sequías que podría afectar la producción de energía hidroeléctrica en Ecuador.
La situación se complica aún más con la advertencia de Progen sobre la posibilidad de un arbitraje internacional debido a la falta de respuesta de Celec EP a sus solicitudes de modificación del contrato. La empresa ha expresado su deseo de evitar conflictos legales y ha reiterado su compromiso de finalizar los proyectos, siempre que se resuelvan los problemas de pago.
### Impacto en el Proyecto de Quevedo
Además de la central de El Salitral, Progen también está trabajando en un segundo proyecto en Quevedo, que tiene una capacidad de 50 megavatios y un costo de 49,7 millones de dólares. Aunque este proyecto avanza sin interrupciones, los proveedores y subcontratistas han comenzado a expresar preocupaciones sobre la falta de pagos, que en algunos casos se han retrasado entre dos y cinco meses. Esto ha llevado a la empresa a temer una posible terminación unilateral del contrato por parte de Celec EP.
Walter ha indicado que han enfrentado múltiples obstáculos en la ejecución de este contrato, y aunque no han recibido una notificación formal de terminación, están atentos a las señales que podrían indicar una decisión en ese sentido. La incertidumbre en torno a ambos proyectos ha generado una atmósfera de tensión, donde la falta de financiamiento y la burocracia administrativa se convierten en factores críticos que podrían afectar la estabilidad del suministro eléctrico en el país.
La situación de la central eléctrica de El Salitral y el proyecto en Quevedo son un reflejo de los desafíos que enfrenta Ecuador en su búsqueda por diversificar y asegurar su matriz energética. La necesidad de soluciones rápidas y efectivas es más urgente que nunca, especialmente en un contexto donde la dependencia de la energía hidroeléctrica puede ser un riesgo durante las temporadas de sequía. La atención ahora se centra en cómo se resolverán estos problemas y si Progen podrá cumplir con sus compromisos en el tiempo previsto.