En el contexto político de Ecuador, el nuevo periodo legislativo que abarca desde 2025 hasta 2029 ha traído consigo una serie de revelaciones sorprendentes sobre la situación patrimonial de los asambleístas electos. De un total de 151 legisladores, un número significativo ha declarado patrimonios notablemente bajos, lo que plantea interrogantes sobre su situación financiera y la percepción pública de la política en el país. Este artículo se adentra en los detalles de estas declaraciones patrimoniales, analizando tanto a los jóvenes asambleístas como a aquellos con más experiencia en el ámbito político.
La situación patrimonial de los jóvenes asambleístas
Entre los asambleístas que han declarado patrimonios bajos, se encuentran varios jóvenes que recién comienzan su carrera política. De acuerdo con las declaraciones presentadas ante la Contraloría General del Estado, algunos de estos jóvenes legisladores han reportado tener incluso cero patrimonio. Por ejemplo, Isaac Solano, de 24 años y electo por el movimiento oficialista ADN, declaró no poseer ningún activo, ni siquiera una cuenta bancaria. Camila Cueva, de 22 años, también electa por ADN, reportó un patrimonio de apenas USD 84, que corresponde a lo que tiene en su cuenta bancaria.
Sin embargo, no todos los jóvenes asambleístas han declarado patrimonios tan bajos. Dominique Serrano, de 19 años, reportó activos por USD 3,100, mientras que Camila León, de 20 años, declaró un patrimonio de USD 30,165. Elizabeth Vega, de 21 años, también de ADN, reportó un patrimonio de USD 12,419. Esta diversidad en las declaraciones patrimoniales de los jóvenes asambleístas refleja una realidad compleja, donde algunos han llegado a la política con un respaldo financiero más sólido que otros.
La presencia de asambleístas con experiencia
No solo los jóvenes asambleístas han presentado patrimonios bajos. También hay figuras con experiencia política que han declarado activos mínimos. Nanki Saant, electo por Revolución Ciudadana en Morona Santiago, reportó que su único patrimonio son USD 500 en una cuenta bancaria. Saant, quien fue candidato al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social en 2023, es un ejemplo de cómo la experiencia no siempre se traduce en una situación financiera robusta.
Además, hay 16 asambleístas que han declarado tener menos de USD 100 en sus cuentas bancarias. Entre ellos se encuentran figuras como la exministra de Ambiente, Sade Fritschi, quien reportó tener solo USD 6.27, y Liliana Durán, reelecta por el correísmo, que declaró tener apenas USD 9.51. Estas cifras son alarmantes y generan dudas sobre la capacidad de estos legisladores para representar adecuadamente a sus electores, especialmente en un contexto donde la política y la economía están intrínsecamente ligadas.
El impacto de las declaraciones patrimoniales en la percepción pública
La revelación de patrimonios tan bajos entre los asambleístas puede tener un impacto significativo en la percepción pública de la política en Ecuador. En un país donde la corrupción y la falta de transparencia han sido temas recurrentes, la situación financiera de los legisladores puede influir en la confianza que los ciudadanos depositan en sus representantes. La falta de activos significativos podría interpretarse como una falta de compromiso o capacidad para gestionar los recursos públicos, lo que podría erosionar aún más la confianza en las instituciones.
Por otro lado, la presencia de jóvenes en la Asamblea Nacional, muchos de ellos con patrimonios modestos, podría ser vista como una oportunidad para renovar la política ecuatoriana. La juventud puede traer consigo nuevas ideas y enfoques, lo que podría ser beneficioso para el país. Sin embargo, es crucial que estos jóvenes legisladores sean capaces de demostrar su capacidad para legislar y gestionar los intereses de sus electores, más allá de su situación patrimonial.
La importancia de la transparencia y la rendición de cuentas
La transparencia en las declaraciones patrimoniales es fundamental para la rendición de cuentas en el ámbito político. La Contraloría General del Estado juega un papel crucial en este proceso, asegurando que los asambleístas cumplan con sus obligaciones de declarar sus bienes y activos. Sin embargo, la efectividad de este sistema depende de la voluntad de los legisladores para ser honestos y transparentes en sus declaraciones.
La situación patrimonial de los asambleístas ecuatorianos es un reflejo de la diversidad de realidades que existen en el país. Mientras algunos jóvenes llegan a la política con patrimonios modestos, otros con experiencia también enfrentan desafíos financieros. La forma en que estos legisladores manejan su situación patrimonial y cómo se relacionan con sus electores será crucial para el futuro de la política en Ecuador.