En un contexto de cambios significativos en la política de subsidios en Ecuador, el Gobierno ha decidido elevar el monto del bono para los transportistas interprovinciales a USD 1.800 al mes. Esta medida, anunciada por el ministro de Transporte, Roberto Luque, se produce tras la eliminación del subsidio al diésel, que ha llevado a un aumento en el precio de este combustible, pasando de USD 1,80 a USD 2,80. A pesar del incremento en los montos de compensación, el plazo para recibir estos beneficios se ha reducido de ocho a seis meses, lo que ha generado diversas reacciones en el sector del transporte.
La eliminación del subsidio al diésel ha sido un tema candente en Ecuador, especialmente entre los transportistas que dependen de este combustible para operar. En el marco de las mesas de trabajo entre el Gobierno y los gremios de transportistas, se han definido nuevas tarifas que buscan reflejar la realidad económica del sector. Según Luque, los nuevos montos de compensación se han establecido tras una revisión exhaustiva de los costos de inversión y el consumo mensual de diésel. Las tarifas son las siguientes: para el transporte urbano, los montos varían entre USD 400 y USD 700; para el transporte intraprovincial, se ha ajustado de USD 600 a USD 1.000; y para el transporte interprovincial, el monto ha aumentado de USD 1.000 a USD 1.800.
Este ajuste en las compensaciones se produce en un contexto donde el 29% de los vehículos vendidos en Ecuador entre enero y agosto de 2025 utilizan diésel. Esto ha llevado a un aumento en la demanda de ciertos modelos de vehículos, lo que a su vez ha influido en las decisiones del Gobierno respecto a las compensaciones. Sin embargo, el aumento en el precio del diésel ha generado protestas y cierres de vías por parte de algunos sectores del transporte, lo que ha llevado a un diálogo más intenso entre los transportistas y el Gobierno.
### Impacto de la Eliminación del Subsidio al Diésel
La eliminación del subsidio al diésel ha tenido un impacto significativo en el costo de operación de los transportistas. Este cambio ha llevado a un aumento en los precios de los pasajes, lo que a su vez afecta a los usuarios del transporte público. La decisión del Gobierno de eliminar el subsidio se enmarca en un esfuerzo por reducir el gasto público y reestructurar la economía del país, pero también ha generado tensiones con los sectores más afectados.
El ministro Luque ha señalado que la inversión prevista por el Gobierno para compensar a los transportistas asciende a USD 220 millones, lo que beneficiará a aproximadamente 23.000 transportistas que deberán registrarse para recibir la compensación. Este registro es un paso crucial para garantizar que los fondos lleguen a quienes realmente los necesitan, pero también plantea desafíos logísticos y administrativos que deberán ser abordados por el Gobierno.
La situación se complica aún más por la realidad del contrabando en algunas provincias, como Galápagos, que a pesar de tener menos vehículos, reporta un consumo de diésel superior al de otras provincias como Carchi. Esto pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más integral que no solo contemple las compensaciones, sino que también aborde el problema del contrabando y la regulación del mercado de combustibles.
### Reacciones de los Gremios de Transportistas
Las reacciones de los gremios de transportistas han sido variadas. Algunos han expresado su satisfacción por el aumento en los montos de compensación, mientras que otros han manifestado su preocupación por la reducción del plazo de entrega. La incertidumbre sobre el futuro de los subsidios y la estabilidad de los precios del diésel ha llevado a muchos transportistas a cuestionar la viabilidad de sus operaciones a largo plazo.
Los dirigentes de los gremios han señalado que, aunque el aumento en las compensaciones es un paso positivo, no es suficiente para cubrir los costos reales de operación en un contexto de precios elevados. La necesidad de un diálogo continuo entre el Gobierno y los transportistas es fundamental para encontrar soluciones sostenibles que beneficien a ambas partes.
El futuro del transporte en Ecuador dependerá en gran medida de cómo se manejen estas compensaciones y de la capacidad del Gobierno para implementar políticas que mitiguen el impacto de la eliminación del subsidio al diésel. La situación actual plantea un desafío significativo, pero también una oportunidad para reestructurar el sector del transporte y hacerlo más resiliente ante futuras crisis económicas.