La reciente disputa entre la gobernadora del Guayas, Zaida Rovira, y el Municipio de Guayaquil ha puesto de manifiesto las tensiones políticas en la ciudad. La controversia gira en torno a la construcción de un paso elevado en la avenida del Bombero, un proyecto que ha generado opiniones divididas entre los ciudadanos y las autoridades locales. Rovira ha denunciado presiones por parte del Municipio para que comerciantes apoyen la obra, lo que ha llevado a un intercambio de acusaciones en las redes sociales.
**La Denuncia de la Gobernadora**
En un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, la gobernadora Rovira expresó su preocupación por lo que considera una presión ejercida sobre los comerciantes de Guayaquil. Según sus declaraciones, se les ha solicitado que firmen un formulario en respaldo a la construcción del paso elevado, lo que, a su juicio, es una forma de manipulación por parte del alcalde y su administración. «Miles de personas ya se pronunciaron en contra de la construcción del puente. Pero el alcalde insiste, no con argumentos, sino con presión», escribió Rovira, subrayando la falta de diálogo y consenso en torno a este proyecto.
La gobernadora también adjuntó capturas de pantalla que, según ella, evidencian la entrega de formularios a los comerciantes. Este tipo de acciones ha suscitado un debate sobre la transparencia y la ética en la gestión pública, especialmente en un contexto donde la participación ciudadana es fundamental para la legitimidad de las decisiones gubernamentales.
**Reacciones del Municipio**
La respuesta del Municipio no se hizo esperar. Funcionarios como la concejala Emily Vera y la vicealcaldesa Tatiana Coronel han criticado a Rovira, acusándola de crear un «show» mediático en torno a la obra. Coronel, en particular, cuestionó la relevancia de las acusaciones de la gobernadora, sugiriendo que su enfoque debería estar en problemas más urgentes, como la seguridad y la salud pública. «No hay ni anestesia en los hospitales, nuestro hospital municipal está abarcando toda la tarea que es del gobierno», afirmó, sugiriendo que la gobernadora debería centrarse en cuestiones que afectan directamente a la población.
Fernando Cornejo, director de Aseo Cantonal y Servicios Especiales del Municipio, también se unió al debate, instando a Rovira a presentar pruebas concretas de sus acusaciones ante la Fiscalía. «Si tienen pruebas, preséntenlas donde corresponde. Pero si lo único que tienen son fotos sacadas de contexto y chats editados, lo que están montando no es un caso, es una cortina de humo», argumentó Cornejo, desafiando la veracidad de las afirmaciones de la gobernadora.
**El Contexto del Proyecto**
El paso elevado en la avenida del Bombero es parte de un plan más amplio para mejorar la infraestructura de transporte en Guayaquil, una ciudad que ha experimentado un crecimiento demográfico y urbano significativo en las últimas décadas. Sin embargo, la construcción de este viaducto ha sido objeto de críticas por parte de diversos sectores de la población, que argumentan que no se ha realizado un análisis adecuado sobre su impacto ambiental y social.
El Ministerio de Ambiente ha intervenido en el proceso, ordenando la suspensión de la construcción hasta que se realicen las evaluaciones pertinentes. Esta decisión ha añadido más leña al fuego en la disputa entre la gobernadora y el Municipio, ya que ambos lados intentan posicionarse como los defensores de los intereses ciudadanos. La falta de consenso y la polarización en torno a este proyecto reflejan un clima político tenso en la ciudad, donde las decisiones sobre infraestructura a menudo se ven influenciadas por intereses políticos y económicos.
**La Participación Ciudadana en el Debate**
La controversia también ha puesto de relieve la importancia de la participación ciudadana en la toma de decisiones sobre proyectos de infraestructura. Muchos ciudadanos han expresado su oposición a la construcción del paso elevado, argumentando que no se han considerado adecuadamente sus preocupaciones. La gobernadora ha hecho un llamado a la población para que se pronuncie en contra del proyecto, lo que ha llevado a un aumento en la movilización social en torno a este tema.
A medida que la disputa continúa, es evidente que la situación en Guayaquil es un reflejo de los desafíos más amplios que enfrenta el país en términos de gobernanza y participación ciudadana. La capacidad de las autoridades para gestionar conflictos y fomentar un diálogo constructivo será crucial para avanzar en proyectos que realmente beneficien a la comunidad. La construcción del paso elevado en la avenida del Bombero no es solo una cuestión de infraestructura, sino también un testimonio de la dinámica política y social que caracteriza a Guayaquil en la actualidad.