La formación continua es un aspecto crucial en el desarrollo profesional de los médicos, especialmente en especialidades tan delicadas como la pediatría. En este sentido, la Fundación Harriet Joyce ha lanzado una iniciativa que promete transformar la carrera de muchos pediatras ecuatorianos. Este programa de becas ofrece la oportunidad de capacitarse en el Boston Children’s Hospital, uno de los centros médicos más prestigiosos del mundo, y está diseñado para fortalecer la atención pediátrica en Ecuador.
### Un Programa de Formación de Alto Nivel
El Harriet Joyce Fellowship Program, que se presentó oficialmente el 9 de julio de 2025, tiene como objetivo proporcionar a pediatras ecuatorianos la posibilidad de realizar una rotación clínica de cuatro semanas en el Boston Children’s Hospital. Este programa no solo cubre todos los gastos asociados, que oscilan entre USD 20.000 y USD 30.000 por médico, sino que también incluye formación en áreas críticas como genética pediátrica, neonatología, cardiología y neumología.
Roberto Barquet, director de Comunicación y Desarrollo Social de la Fundación, destacó que esta beca es una alianza estratégica que busca crear puentes entre los médicos ecuatorianos y expertos de primer nivel en el ámbito pediátrico. «Lo que más importa en la Fundación es poder crear puentes con expertos de primer nivel para fortalecer la atención acá en el servicio público y privado», comentó Barquet. La inversión total para este programa se estima entre USD 400.000 y USD 650.000, lo que refleja el compromiso de la Fundación con la mejora de la salud infantil en el país.
### Requisitos y Proceso de Postulación
La convocatoria para postular a esta beca está abierta desde el 9 de julio de 2025, y se espera que al menos 350 profesionales se inscriban en esta primera edición. Los requisitos para participar son claros y están diseñados para asegurar que los beneficiarios tengan la experiencia y las habilidades necesarias para aprovechar al máximo esta oportunidad.
Los postulantes deben ser médicos pediatras o genetistas con licencia vigente en Ecuador, tener experiencia en subespecialidades pediátricas y dominar el idioma inglés, tanto oral como escrito. Este último requisito es fundamental, ya que la formación se llevará a cabo en un entorno donde el inglés es el idioma principal.
La preinscripción se puede realizar a través del sitio web oficial de la Fundación Harriet Joyce, donde los interesados encontrarán toda la información necesaria para completar su solicitud. Es importante destacar que, aunque la práctica clínica directa no será posible debido a las normativas estadounidenses, los seleccionados tendrán acceso a entrenamientos de alto nivel, lo que les permitirá adquirir conocimientos valiosos que podrán aplicar en su práctica diaria en Ecuador.
### Impacto en el Sistema de Salud Ecuatoriano
Más allá de la formación individual, el programa tiene un enfoque claro en la transferencia de conocimientos. Durante el evento de lanzamiento, Jeffrey Himmel, líder de la Fundación, enfatizó que el objetivo es empoderar a los médicos ecuatorianos para que, a su vez, puedan enseñar a otros y fortalecer el sistema de salud del país. «Se trata de empoderar a los médicos ecuatorianos para que enseñen a otros y fortalezcan nuestro sistema de salud por generaciones», afirmó Himmel.
La Fundación espera que esta iniciativa no solo beneficie a los médicos seleccionados, sino que también tenga un efecto positivo en la atención pediátrica en Ecuador. Al formar a profesionales que luego compartirán sus conocimientos con sus colegas, se busca crear un impacto duradero en la salud infantil del país.
El programa comenzará con la entrega de 12 becas, una por cada mes del año, lo que representa un primer paso en un ambicioso plan de formación médica con alcance nacional. Esta es una oportunidad única para los pediatras ecuatorianos que buscan mejorar sus habilidades y contribuir al bienestar de los niños en su país.
La posibilidad de capacitarse en un entorno de excelencia como el Boston Children’s Hospital es un sueño para muchos médicos, y la Fundación Harriet Joyce está facilitando que este sueño se haga realidad. Con el apoyo adecuado, se espera que estos profesionales regresen a Ecuador con nuevas perspectivas y habilidades que beneficiarán a sus pacientes y al sistema de salud en general.