La Banda Municipal de Guayaquil es un símbolo de la cultura y la tradición musical de la ciudad, con más de un siglo de historia que la convierte en un referente en el ámbito artístico local. Este conjunto de 33 músicos no solo se dedica a ofrecer conciertos, sino que también transforma espacios cotidianos en escenarios vibrantes, llevando alegría y música a todos los rincones de Guayaquil. En el marco de las Fiestas Julianas, la banda ha demostrado su capacidad de conectar con el público, convirtiendo lugares como la Terminal Terrestre en verdaderas pistas de baile.
### Un Viaje Musical a Través de la Historia
La historia de la Banda Municipal de Guayaquil se remonta a los años 20 del siglo pasado, cuando un grupo de empleados municipales se reunía después de su jornada laboral para tocar música. Esta tradición ha perdurado a lo largo de los años, y hoy en día, la banda sigue siendo un pilar fundamental en la vida cultural de la ciudad. Luis Izurieta, director de la banda y miembro desde hace 36 años, destaca que aunque las retretas tienen raíces más profundas, ya que en 1821 se ofrecían conciertos al aire libre por bandas militares, la Banda Municipal ha sabido adaptarse y evolucionar con el tiempo.
El repertorio de la banda es diverso, abarcando desde cumbias clásicas hasta música tropical y pasillos. Durante los meses de julio y octubre, en honor a las fiestas de Fundación e Independencia de Guayaquil, el grupo realiza hasta cuatro presentaciones diarias, llevando su música a plazas, parques y mercados. Este año, en las celebraciones por los 490 años de la ciudad, la banda ha tenido un papel protagónico, animando a los guayaquileños con su energía y talento.
### La Banda como Agente de Cambio Social
Más allá de su función como agrupación musical, la Banda Municipal de Guayaquil también se ha comprometido con la comunidad a través de diversas iniciativas. Programas como «Vive la Música en los Mercados» y «Buscando Sonrisas» han llevado a los músicos a tocar para niños en situaciones vulnerables, incluyendo aquellos que enfrentan enfermedades graves. Edwin Ladines, percusionista y timbalero, comparte que la banda se ha convertido en una segunda familia para él, y que los momentos vividos en estas presentaciones son profundamente gratificantes.
La banda no solo se presenta en eventos festivos, sino que también participa en actos protocolarios, tocando himnos nacionales y ofreciendo un espacio para que los escolares aprendan sobre música. Con un promedio de 600 a 720 presentaciones al año, la Banda Municipal de Guayaquil se ha consolidado como un referente cultural que busca levantar el ánimo de la población en tiempos difíciles.
La inclusión de mujeres en la banda, que tradicionalmente había sido un espacio masculino, marca un paso hacia la modernización y la diversidad dentro del grupo. La incorporación de nuevas generaciones de músicos ha permitido que el repertorio se renueve, incluyendo interpretaciones instrumentales de artistas contemporáneos como Bad Bunny y Bruno Mars, lo que demuestra la capacidad de la banda para adaptarse a los tiempos actuales sin perder su esencia.
En cada presentación, la Banda Municipal de Guayaquil no solo ofrece un espectáculo musical, sino que también crea un espacio de encuentro y celebración para la comunidad. La música se convierte en un vehículo para la alegría y la cohesión social, y cada concierto es una oportunidad para que los guayaquileños se reencuentren con sus raíces y su identidad cultural. La banda, con su legado de más de un siglo, sigue siendo un faro de esperanza y alegría en la vida de muchos, recordando que la música tiene el poder de unir y transformar.