La tensión política en Ecuador se intensifica a medida que el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik enfrenta una crisis interna significativa. Este sábado 7 de junio, la Asamblea Nacional se prepara para votar la Ley de Solidaridad Nacional, una iniciativa del gobierno de Daniel Noboa destinada a combatir las economías criminales. Sin embargo, la decisión de los asambleístas de Pachakutik sobre si apoyar o no esta ley ha desatado un debate acalorado y ha puesto en riesgo la cohesión del movimiento.
### La Amenaza de Expulsión
En una asamblea interna celebrada el 6 de junio, los líderes de Pachakutik decidieron que cualquier legislador que vote a favor de la propuesta oficialista enfrentará la expulsión inmediata del movimiento. Esta medida se implementa como una respuesta a lo que la dirigencia considera una alineación injustificada con el gobierno, que ha generado descontento entre las bases del movimiento.
Seis asambleístas están en la mira por su posible apoyo a la ley: Manuel Choro, Carmen Tiupul, Fernando Nantipia, Cecilia Baltazar, Dina Farinango, Edmundo Cerda y José Luis Nango. Cada uno de ellos ha tenido un historial de votaciones que ha generado críticas dentro de la organización. Por ejemplo, Manuel Choro, aunque crítico de la política de seguridad del presidente Noboa, ha votado en varias ocasiones junto al oficialismo. Carmen Tiupul, actual segunda vicepresidenta de la Asamblea, ha sido vista como un puente entre el oficialismo y Pachakutik, lo que ha suscitado descontento entre sus compañeros.
La decisión de sancionar a los asambleístas que voten a favor de la ley refleja la creciente polarización dentro del movimiento. La dirigencia indígena ha expresado su frustración por la falta de unidad y la percepción de que algunos miembros están traicionando los principios del movimiento. Esta crisis no es nueva; ya en marzo, el Comité de Ética del movimiento había advertido sobre posibles sanciones para aquellos que se alinearan con el gobierno.
### La Resistencia Interna
A pesar de la presión, no todos los miembros de Pachakutik están dispuestos a ceder. Dos asambleístas, Mariana Yumbay y Álex Toapanta, han mantenido una postura firme en su oposición al gobierno y han evitado votar con el oficialismo. Yumbay, abogada y exjueza de la Corte Nacional de Justicia, ha optado por abstenerse en votaciones clave, mientras que Toapanta, presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi, ha participado en reuniones con el Ejecutivo sin respaldar sus proyectos.
La división interna de Pachakutik ha sido evidente en los últimos meses, y la votación de esta noche podría ser un punto de inflexión. La Ley de Solidaridad Nacional, que busca abordar las economías criminales, ha sido presentada como una prioridad legislativa por el gobierno de Noboa. Sin embargo, el apoyo de los asambleístas de Pachakutik es crucial para su aprobación, y la falta de consenso dentro del movimiento podría complicar aún más la situación.
La crisis en Pachakutik no solo afecta a sus miembros, sino que también tiene implicaciones más amplias para la política ecuatoriana. La cohesión de este movimiento, que ha sido una de las fuerzas políticas históricas del país, está en juego. La votación de esta noche no solo determinará el futuro de la ley, sino también el rumbo del movimiento en un contexto político cada vez más polarizado.
La situación actual refleja un momento crítico para Pachakutik, donde las decisiones individuales de sus asambleístas podrían tener repercusiones significativas en la estructura del movimiento y su relación con el gobierno. La presión de las bases y la amenaza de expulsión han llevado a un clima de incertidumbre, donde cada voto cuenta y podría marcar un antes y un después en la historia reciente de la política ecuatoriana.