La industria del cacao en Ecuador enfrenta un nuevo reto en su camino hacia el mercado europeo. A pesar de no ser clasificado como un país de alto riesgo en la producción de materias primas en tierras deforestadas, Ecuador deberá adaptarse a las exigencias del Reglamento 1115 de la Comisión Europea, que busca asegurar que los productos que ingresan a la Unión Europea no provengan de tierras deforestadas. Esta normativa, conocida como EUDR (Reglamento sobre la comercialización de productos libres de deforestación), entrará en vigor el 30 de diciembre de 2025 para las grandes empresas y en julio de 2026 para las pequeñas y medianas empresas. La Asociación Nacional de Exportadores de Cacao (Anecacao) ha expresado su preocupación por esta decisión, considerándola como un error que no refleja la realidad del sector cacaotero ecuatoriano.
### Clasificación de Riesgo y sus Implicaciones
La Comisión Europea ha clasificado a Ecuador como un país de riesgo medio en cuanto a la producción de cacao, lo que implica que el 3% de los importadores europeos que compren productos ecuatorianos estarán sujetos a controles especiales. Esta clasificación se basa en un análisis que ha llevado a que otros países, como Rusia y Myanmar, sean considerados de alto riesgo, mientras que naciones como Estados Unidos y Canadá han sido catalogadas como de bajo riesgo. Merlyn Casanova, directora ejecutiva de Anecacao, ha señalado que esta categorización no solo afecta la competitividad del cacao ecuatoriano, sino que también puede tener repercusiones en la percepción global de la sostenibilidad del sector.
El reglamento EUDR exige a los exportadores ecuatorianos cumplir con tres requisitos fundamentales: certificar que sus productos están libres de deforestación, cumplir con las normas ambientales del país de origen y presentar declaraciones de debida diligencia que incluyan análisis y evaluación de riesgos. Para facilitar este proceso, el Ministerio de Agricultura de Ecuador ha implementado el Sistema Único de Registro de Operadores (SURO), que busca mejorar la trazabilidad de la cadena de producción y comercialización del cacao. Este sistema otorgará un código a cada productor, lo que les permitirá demostrar su compromiso con la sostenibilidad y la legalidad en la producción.
### La Respuesta del Sector Cacaotero
Anecacao ha manifestado que la decisión de la Comisión Europea es «desacertada» y refleja una falta de comprensión de las realidades productivas y ambientales de Ecuador. La asociación argumenta que el país ha demostrado un compromiso firme con la conservación del medio ambiente y la producción sostenible de cacao, utilizando sistemas agroforestales que benefician tanto a los productores como al ecosistema. Sin embargo, la clasificación de riesgo medio coloca al sector en una posición de desventaja frente a competidores que, en muchos casos, tienen mayores índices de deforestación y menor gobernanza ambiental.
La asociación ha propuesto que Ecuador lidere una posición conjunta con otros países sudamericanos que enfrentan desafíos similares, buscando un diálogo constructivo con la Unión Europea para encontrar soluciones que sean justas y viables para los productores. Esta colaboración podría ser clave para asegurar que las particularidades de cada país sean consideradas en la implementación del reglamento EUDR.
El sector cacaotero ecuatoriano, que ha sido históricamente uno de los pilares de la economía del país, se encuentra en un momento crucial. La capacidad de adaptarse a las nuevas normativas y demostrar un compromiso genuino con la sostenibilidad será determinante para mantener su acceso al mercado europeo. Los exportadores están llamados a trabajar en conjunto, no solo para cumplir con las exigencias del reglamento, sino también para fortalecer la imagen del cacao ecuatoriano como un producto de alta calidad y sostenible.
La implementación del SURO y el cumplimiento de las normativas europeas no solo son pasos necesarios para asegurar el acceso al mercado, sino que también pueden abrir nuevas oportunidades para el sector. La trazabilidad y la certificación de productos sostenibles pueden convertirse en un valor agregado que atraiga a consumidores cada vez más conscientes de la importancia de la sostenibilidad en sus decisiones de compra. En este sentido, el cacao ecuatoriano tiene el potencial de posicionarse como un líder en el mercado de productos sostenibles, siempre y cuando se logre una adaptación efectiva a las nuevas normativas y se mantenga un diálogo abierto con las autoridades europeas.