La reciente elección de Tatiana Coronel como nueva vicealcaldesa de Guayaquil ha marcado un hito en la política local, rompiendo con una tradición de continuidad que había prevalecido durante más de tres décadas. Este cambio se produce en un contexto político complejo, donde el alcalde Aquiles Alvarez, afín al movimiento Renovación Total (RETO), se enfrenta a desafíos legales y a la necesidad de mantener la cohesión entre sus aliados políticos.
La elección de Coronel, quien asumirá el cargo para el periodo 2025-2027, se llevó a cabo el 15 de mayo de 2025, en una sesión del Concejo Cantonal. Este evento no solo representa un cambio en la administración local, sino que también refleja las dinámicas de poder entre los diferentes movimientos políticos que operan en la ciudad. Alvarez, quien fue elegido con el respaldo de la Revolución Ciudadana (RC), enfatizó que la decisión de elegir a Coronel fue un resultado de un «juego democrático» y no de cálculos políticos o rupturas internas.
### Un Cambio Significativo en la Vicealcaldía
Tatiana Coronel, quien es vicepresidenta nacional de RETO, fue electa con 12 votos a favor, lo que indica un respaldo significativo dentro del Concejo. Este respaldo incluye los siete votos de la RC, aunque con una abstención notable de la concejala Blanca López, quien fue la vicealcaldesa saliente. La abstención de López ha suscitado especulaciones sobre posibles tensiones dentro del movimiento, aunque Alvarez ha desestimado tales afirmaciones, insistiendo en que no hay fracturas políticas.
La elección de Coronel es particularmente relevante dado que, en caso de que el alcalde Alvarez enfrente una ausencia temporal o definitiva debido a su situación legal, ella asumiría automáticamente la alcaldía. Esto añade una capa de complejidad a la política local, ya que el Código Orgánico de Organización Territorial (Cootad) establece que la vicealcaldesa puede ser elegida cada dos años entre los concejales, y Coronel se convierte en la primera en romper con la tradición de que todos los vicealcaldes completaran al menos cuatro años de mandato.
La historia reciente de la Vicealcaldía de Guayaquil muestra que, desde 1992, solo Guillermo Chang dejó el cargo a mitad de periodo, lo que subraya la importancia de la estabilidad en esta posición. La llegada de Coronel podría significar un cambio en esta tendencia, dependiendo de cómo se desarrollen los acontecimientos en el futuro.
### La Relación entre Aquiles Alvarez y la Revolución Ciudadana
La elección de Coronel también ha puesto de relieve la relación entre el alcalde Aquiles Alvarez y la Revolución Ciudadana, un tema que ha sido objeto de debate en los últimos meses. Alvarez se ha visto obligado a aclarar su postura respecto a su afinidad con el expresidente Rafael Correa, especialmente después de que se interpretara su rápida aceptación de la victoria de Daniel Noboa en las elecciones presidenciales como un posible quiebre con la RC. En respuesta a estas especulaciones, Alvarez ha declarado: «Soy rafaelcorreísta, pero no soy títere de nadie».
Este tipo de declaraciones son cruciales en un contexto donde las lealtades políticas pueden cambiar rápidamente. Alvarez ha enfatizado que su relación con Correa es de respeto y colaboración, pero ha dejado claro que su enfoque está en trabajar por el bienestar de Guayaquil, sin dejarse influir por presiones externas.
La situación se complica aún más con la existencia de un caso judicial en curso que involucra al alcalde por presunta comercialización ilegal de combustibles, conocido como el caso Triple A. La resolución de este caso podría tener implicaciones significativas para la estabilidad de su administración y, por ende, para la de Coronel como vicealcaldesa.
En este contexto, la elección de Tatiana Coronel no solo representa un cambio en la administración local, sino que también redefine el tablero político en Guayaquil. La capacidad de Alvarez para mantener la cohesión entre sus aliados y su enfoque en la gobernanza serán factores determinantes en el éxito de su administración y en la efectividad de Coronel en su nuevo rol. La política en Guayaquil está en constante evolución, y la reciente elección es solo un capítulo en una historia más amplia que sigue desarrollándose.