Ecuador se encuentra en un momento crucial de su historia política, con la posibilidad de una nueva Constitución en el horizonte. La consulta popular programada para el 16 de noviembre de 2025, donde los ciudadanos decidirán si se debe convocar a una Asamblea Constituyente, podría marcar un hito en la trayectoria constitucional del país. Este artículo explora la historia de las constituciones en Ecuador y el contexto actual que rodea la propuesta del presidente Daniel Noboa.
La historia constitucional de Ecuador es rica y compleja, caracterizada por constantes intentos de refundación a través de nuevas cartas políticas. Desde la primera Constitución de 1830, el país ha experimentado un promedio de una nueva Constitución cada diez años, lo que lo coloca en la delantera a nivel regional en términos de cambios constitucionales. La primera Constitución, que fue redactada en Riobamba, contaba con solo 75 artículos y fue elaborada por un grupo de 21 diputados que representaban a varias provincias del país.
A lo largo de los años, Ecuador ha visto un ciclo de inestabilidad política que ha llevado a la creación de múltiples constituciones. Entre 1843 y 1852, se redactaron cuatro constituciones en un corto período, reflejando la agitación política de la época. Sin embargo, la Constitución de 1906, que se mantuvo vigente durante 23 años, marcó un periodo de relativa estabilidad y es recordada como una de las más duraderas en la historia del país.
**La Propuesta de una Nueva Constitución**
El actual presidente, Daniel Noboa, ha propuesto la creación de una nueva Constitución que, según sus palabras, sería más corta y pragmática, con un máximo de 180 artículos. Esta propuesta ha generado un intenso debate en la sociedad ecuatoriana. Noboa argumenta que la Constitución vigente, aprobada en 2008, ha otorgado más derechos a los delincuentes que a los ciudadanos, y que es necesario un cambio radical en el enfoque de la seguridad y la justicia en el país.
Los detractores de esta iniciativa sostienen que no es necesaria una nueva carta política y que la propuesta de Noboa podría ser un intento de retroceder en derechos ciudadanos y adaptar la normativa a su gestión. Este debate se intensificará a medida que se acerque la fecha de la consulta popular, donde más de 13 millones de electores deberán decidir si apoyan la instalación de una Asamblea Constituyente.
La consulta popular no solo se centrará en la creación de una nueva Constitución, sino que también abordará otros temas importantes, como la reforma del sistema de seguridad social y la estructura de poderes del Estado. La Función Ejecutiva ha señalado que es momento de dar un giro total en la manera en que se aborda la seguridad en el país, lo que podría implicar cambios significativos en la forma en que se gestionan las instituciones del Estado.
**Un Recorrido por las Constituciones de Ecuador**
Ecuador ha tenido un total de 20 intentos de refundación a través de nuevas constituciones, lo que lo convierte en un caso único en América Latina. La primera Constitución, conocida como la del Estado de Ecuador, fue redactada en 1830 y ha evolucionado a lo largo de los años. En 1843, se promulgó la Carta de la Esclavitud, que estuvo vigente solo dos años, y a partir de ahí, el país ha pasado por diversas etapas de inestabilidad política que han llevado a la creación de nuevas cartas políticas.
Entre 1861 y 1905, se publicaron cinco constituciones, marcando un periodo de relativa estabilidad. Sin embargo, la Constitución de Montecristi, aprobada en 2008, ha sido objeto de críticas y controversias, especialmente por parte del actual gobierno. Noboa ha señalado que la Constitución actual fue diseñada para durar 300 años, pero su tiempo de vida podría llegar a su fin en 2026 si la consulta popular resulta favorable para la convocatoria de una nueva Asamblea Constituyente.
La historia constitucional de Ecuador es un reflejo de su tumultuosa trayectoria política, marcada por la búsqueda constante de un marco legal que se adapte a las necesidades cambiantes de la sociedad. La próxima consulta popular será un momento decisivo que podría dar forma al futuro político y social del país, y los ecuatorianos se preparan para decidir si están listos para dar este nuevo paso hacia la refundación de su Constitución.
