La migración es un fenómeno que ha marcado la historia de muchas naciones, y Ecuador no es la excepción. En este contexto, surge un interesante proyecto que explora la vida de los migrantes ecuatorianos en Estados Unidos, específicamente en un enclave conocido como Sucúa Haven, ubicado en Connecticut. Este espacio, que se ha convertido en un hogar para muchos, es el resultado de la búsqueda de mejores oportunidades y la lucha por mantener la identidad cultural en un país extranjero.
### Sucúa Haven: Un Territorio Inventado
Sucúa Haven es un término acuñado por los migrantes que llegaron desde Sucúa, una localidad en la provincia de Morona Santiago, Ecuador. Este enclave representa un pequeño Ecuador en el noreste de Estados Unidos, donde las casas pintadas de colores vibrantes y los patios diminutos se convierten en el escenario de la vida cotidiana de sus habitantes. En este lugar, se entrelazan historias de esperanza, sacrificio y la búsqueda de pertenencia.
La antropóloga ecuatoriana Vanessa Terán ha sido la encargada de documentar y dar voz a estas historias a través de su proyecto Sucúa Haven. Durante su residencia en la Universidad de Yale, Terán se sumergió en la vida de esta comunidad, explorando las complejidades de la identidad y la migración. A través de su trabajo, ha logrado captar la esencia de lo que significa ser parte de esta diáspora, donde las experiencias de las mujeres juegan un papel fundamental.
Las historias de migrantes como Doris y Livia son representativas de los desafíos que enfrentan. Doris, quien emigró en 2006, dejó atrás a su hija de dos años, y su reencuentro catorce años después fue un momento cargado de emociones. La distancia física se tradujo en una distancia emocional, donde la incertidumbre sobre la vida de su hija se convirtió en un peso difícil de llevar. Por otro lado, Livia, quien emigró en 1995, desafió las normas sociales de su comunidad al decidir migrar. Su historia refleja el sacrificio y la culpa que muchas mujeres migrantes llevan consigo, así como la lucha por encontrar su lugar en un mundo que a menudo les resulta hostil.
### La Migración como Espacio de Imaginación
El trabajo de Vanessa Terán no solo se limita a documentar las historias de estos migrantes, sino que también busca crear un espacio de reflexión sobre la migración como un acto de imaginación. En su presentación en Madrid, Terán utilizó un enfoque de storytelling que combina etnografía y ficción, permitiendo que las voces de los migrantes resuenen de manera más profunda. «Uno habita un espacio no solo con la materialidad del cuerpo, sino con cosmologías, sueños y miedos», explica Terán, enfatizando la importancia de entender la migración no solo como un desplazamiento físico, sino como un proceso que involucra la creación de nuevos mundos y posibilidades.
La comunidad de Sucúa Haven no está exenta de desafíos. En los últimos años, han enfrentado políticas migratorias más restrictivas y un aumento en los operativos de detención, lo que ha generado un ambiente de miedo y ansiedad. Las desigualdades económicas son palpables, con ingresos medios de los latinos que se sitúan por debajo de los de la población blanca. Sin embargo, a pesar de estas adversidades, las redes de apoyo y solidaridad se convierten en espacios de resistencia y esperanza.
La historia de Marcela, otra migrante de Sucúa, ilustra cómo la comunidad se ha expandido más allá de las fronteras de Connecticut. Al llegar a España en 1997, Marcela se encontró en una situación vulnerable, pero su resiliencia y determinación la llevaron a reconstruir su vida. Este tipo de historias son las que Vanessa busca resaltar, mostrando que la migración es un fenómeno complejo que no solo afecta a los individuos, sino que también crea nuevas dinámicas sociales y culturales.
En su trabajo, Terán también reflexiona sobre su propia experiencia como migrante reciente en Canadá, donde se enfrenta a un nuevo idioma y a la sensación de extrañeza. Esta conexión personal con las historias que documenta le permite abordar el tema de la migración desde una perspectiva más íntima y comprensiva.
La labor de Vanessa Terán y su proyecto Sucúa Haven son un testimonio de la fuerza y la resiliencia de los migrantes ecuatorianos. A través de sus historias, se visibiliza la lucha por la identidad, la pertenencia y la esperanza en un mundo que a menudo parece despojar a las personas de sus raíces. La migración, en este sentido, se convierte en un acto de creación, donde cada historia es un hilo que teje la rica y compleja narrativa de la diáspora ecuatoriana.
