Alexandra Mina Arce, una joven de 20 años originaria de Santo Domingo, se ha convertido en un símbolo de superación y empoderamiento en el mundo del modelaje y el deporte. Con una estatura de 1,81 metros, su presencia es innegable, pero su historia va más allá de su apariencia. Desde pequeña, Alexandra ha enfrentado desafíos significativos, incluyendo el bullying por su color de piel y su altura, pero ha sabido convertir esas adversidades en motivación para alcanzar sus sueños.
**Un Comienzo Difícil en el Mundo del Modelaje**
La historia de Alexandra en el mundo del modelaje comenzó a los siete años, cuando ganó el título de Princesa de Navidad en su barrio. Sin embargo, no fue hasta que cumplió la mayoría de edad que decidió dedicarse de lleno a esta carrera. En enero de 2025, fue coronada Reina de Carnaval de Santo Domingo, un logro que la impulsó a seguir adelante. Actualmente, está cursando estudios en Cosmetología y Cosmiatría, y planea ingresar a la universidad en 2026 para estudiar Psicología con especialización en deportes. Su objetivo es convertirse en profesora de modelaje o preparadora de misses, un sueño que refleja su deseo de ayudar a otras jóvenes a encontrar su camino en el mundo de la belleza.
A pesar de sus logros, Alexandra ha tenido que lidiar con la discriminación. Desde su infancia, ha sido objeto de burlas por su color de piel y su estatura. «Siempre fui la más alta de la clase y eso no era bien visto en Santo Domingo», recuerda. Sin embargo, su madre, Norma Arce, ha sido una fuente constante de apoyo. A pesar de las dificultades económicas, su madre siempre encontró la manera de motivarla y brindarle oportunidades, como la beca que recibió para jugar baloncesto.
**El Deporte como Refugio y Pasión**
El baloncesto se convirtió en una tabla de salvación para Alexandra. A los 15 años, descubrió su pasión por este deporte, y su entrenadora, Maribel Guerrero, vio su potencial y le ofreció una beca. «El deporte me ayudó a canalizar mis emociones y a encontrar un propósito», afirma. Actualmente, forma parte de la Liga Cantonal Unión Deportiva Juvenil de Rumiñahui y de la selección sénior de Pichincha. Su dedicación al baloncesto no solo le ha permitido desarrollar habilidades físicas, sino que también le ha enseñado lecciones valiosas sobre la perseverancia y la autoconfianza.
A medida que se prepara para representar a Ecuador en el certamen Miss Cosmo en Vietnam, Alexandra reflexiona sobre su viaje. «Buscan una mujer guapa, inteligente y fuerte. Quiero ser un ejemplo de que la belleza no solo es física, sino también emocional y espiritual», dice con determinación. Este certamen, que se llevará a cabo el 20 de diciembre, representa una oportunidad para que Alexandra muestre no solo su belleza, sino también su historia de superación.
A lo largo de su vida, Alexandra ha enfrentado momentos de duda y dolor. La discriminación por su color de piel y su situación económica la marcaron profundamente. «El dinero no define quién eres. He aprendido que lo más importante son los valores y la forma en que tratas a los demás», reflexiona. Aunque ha superado muchas de sus inseguridades, todavía enfrenta desafíos. «A veces me pregunto por qué tengo que ser negra o cómo sería mi vida si fuera blanca», confiesa. Sin embargo, ha llegado a aceptar y amar su color de piel, reconociendo que es parte de su identidad y de su fortaleza.
**Un Futuro Brillante por Delante**
A medida que se acerca la fecha del certamen en Vietnam, Alexandra se siente emocionada y nerviosa. Su familia, aunque ha tenido sus diferencias, siempre ha estado presente en su vida. Su padre, Byron Mina, ha sido un apoyo constante, aunque su relación ha tenido altibajos debido a su divorcio. «Siempre he sido su princesita, y aunque a veces no entiende mis decisiones, sé que me quiere», dice Alexandra.
En su vida personal, Alexandra ha estado en una relación durante dos años con un joven que estudia Arquitectura. Aunque prefiere mantener su nombre en privado por respeto a su familia, ella destaca el apoyo que ha recibido de él en su carrera. «Me anima a seguir adelante y a no rendirme», comparte. Aunque no tiene planes inmediatos de matrimonio o hijos, ha expresado su deseo de adoptar en el futuro, lo que refleja su deseo de construir una familia basada en el amor y la aceptación.
La historia de Alexandra Mina es un testimonio de resiliencia y determinación. A través de sus experiencias, ha aprendido a valorar no solo su belleza exterior, sino también su fortaleza interior. Con su mirada puesta en el futuro, Alexandra está lista para enfrentar nuevos desafíos y seguir inspirando a otros con su historia de superación.
