En un contexto de caída de los precios del petróleo, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha propuesto una serie de medidas para mitigar el impacto en la economía del país. Durante una reciente entrevista, Noboa destacó la importancia de utilizar bienes ociosos en manos de la Secretaría Técnica de Gestión Inmobiliaria del Sector Público, conocida como Inmobiliar, para financiar programas de vivienda, residencias universitarias y el pago de deudas con proveedores. Esta estrategia busca compensar la disminución de ingresos petroleros, que se han visto afectados por la caída de los precios internacionales.
La situación actual del mercado petrolero es preocupante. El precio del barril de petróleo, que se había presupuestado en 62,2 dólares para el año 2025, ha estado en descenso, lo que ha llevado al Gobierno a buscar alternativas para mantener el flujo de caja necesario para cubrir gastos públicos. Noboa mencionó que la venta de activos ociosos, como edificios y terrenos, podría ser una solución viable. «Tenemos un pocotón de activos ociosos, edificios que deberían de venderse», afirmó el presidente, enfatizando que estos recursos podrían ser utilizados para financiar proyectos habitacionales y otros servicios públicos.
### Uso de Activos Ociosos para el Gasto Público
El presidente Noboa ha señalado que la venta de activos no solo servirá para generar ingresos, sino que también permitirá al Gobierno cumplir con sus obligaciones financieras. En su discurso, mencionó que los ingresos generados por la venta de estos activos podrían ser utilizados para pagar deudas a prestadores de salud, así como para cubrir salarios de maestros, militares y policías. Esta medida es especialmente relevante en un momento en que el Gobierno ha gastado 120 millones de dólares en obras públicas, una cifra que representa menos de la mitad de lo destinado a bonos y otros gastos.
La decisión de emitir el decreto 199, que permite el uso de endeudamiento y la venta de activos para cubrir gastos como los salarios públicos, ha generado un debate sobre la sostenibilidad de estas medidas. La Constitución ecuatoriana establece que los gastos públicos deben ser financiados a través de impuestos y tasas, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad de depender de la venta de activos para cubrir déficits.
Noboa ha defendido su enfoque, argumentando que la situación actual exige soluciones creativas y rápidas. La proforma del presupuesto para 2026, que debe ser presentada a la Asamblea Nacional, reflejará la necesidad de encontrar formas alternativas de financiamiento para continuar con la obra pública y los servicios esenciales. La caída de los ingresos petroleros ha puesto en jaque la capacidad del Gobierno para mantener su compromiso con el desarrollo y la inversión en infraestructura.
### Proyecciones y Desafíos Futuros
La proforma presupuestaria que se presentará a la Asamblea Nacional es un documento crucial que definirá las prioridades del Gobierno para el próximo año. Noboa ha indicado que, debido a la caída de los ingresos petroleros, será necesario ajustar las expectativas y buscar nuevas fuentes de financiamiento. Esto incluye no solo la venta de activos, sino también la optimización de los recursos existentes y la búsqueda de inversiones extranjeras.
El presidente ha enfatizado la importancia de mantener la obra pública y los servicios esenciales, a pesar de las restricciones financieras. La venta de activos ociosos podría ser una solución temporal, pero a largo plazo, el Gobierno deberá encontrar formas más sostenibles de financiar sus operaciones. Esto podría incluir la implementación de reformas fiscales que aumenten la recaudación de impuestos o la promoción de inversiones en sectores estratégicos que generen empleo y crecimiento económico.
El desafío es significativo, ya que la dependencia del petróleo ha sido una constante en la economía ecuatoriana. La diversificación de la economía y la reducción de la dependencia de los ingresos petroleros son objetivos que deben ser priorizados para garantizar la estabilidad económica a largo plazo. En este sentido, la administración de Noboa se enfrenta a la tarea de implementar políticas que no solo respondan a la crisis actual, sino que también preparen al país para un futuro más resiliente.
En resumen, la estrategia del Gobierno ecuatoriano para enfrentar la caída de los ingresos petroleros incluye la venta de activos ociosos y la búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento. A medida que se presenta la proforma presupuestaria para 2026, será crucial observar cómo se desarrollan estas iniciativas y qué impacto tendrán en la economía del país y en la vida de los ciudadanos.
									 
					