En el contexto económico actual de Ecuador, el crédito de consumo ha mostrado un crecimiento, aunque a un ritmo más lento de lo esperado. A medida que se acerca la temporada de mayor gasto, es crucial analizar los factores que influyen en esta tendencia y las expectativas para los últimos meses del año. La recuperación económica tras un 2024 complicado ha traído consigo un aumento en la demanda de crédito, pero también ha estado marcada por la incertidumbre política y el aumento de la inseguridad, lo que ha generado un impacto significativo en la confianza de los consumidores y en la dinámica crediticia.
La cartera de crédito de consumo de la banca privada alcanzó los USD 45.797 millones en septiembre de 2025, lo que representa un crecimiento del 8,4% en comparación con el mismo mes del año anterior. Sin embargo, este crecimiento es inferior al 10,1% registrado en enero de 2025, lo que indica una desaceleración en la demanda de crédito. Por otro lado, el crédito otorgado por las cooperativas de ahorro y crédito ha mostrado un estancamiento, con un crecimiento de apenas 0,2% en el mismo periodo. Esta situación se debe, en gran medida, a la alta morosidad que enfrentan estas entidades, que suelen atender a segmentos de la población más vulnerables.
### Factores que Afectan el Crédito de Consumo
La economía ecuatoriana ha experimentado un rebote tras la recesión de 2024, pero este crecimiento no ha sido uniforme. La incertidumbre política, especialmente en el contexto de las elecciones presidenciales y legislativas, ha generado un clima de desconfianza entre los consumidores. Además, la ola de violencia que ha azotado al país ha contribuido a que muchas personas se sientan inseguras al momento de asumir deudas. Según datos recientes, entre enero y septiembre de 2025, se han registrado 6.797 asesinatos, lo que convierte a este año en uno de los más violentos de la historia reciente de Ecuador.
Los economistas advierten que la falta de certeza sobre la estabilidad de los ingresos y la capacidad de pago de los préstamos ha llevado a los bancos a reducir su exposición al riesgo. Esto, a su vez, ha llevado a los hogares a posponer decisiones de endeudamiento. Juan Javier Jarrín, director de Investigaciones de una consultora, señala que el desempleo también juega un papel crucial en esta dinámica. Las personas que no cuentan con un trabajo seguro tienden a evitar endeudarse, lo que limita aún más la demanda de crédito.
Además, las entidades financieras están siendo más cautelosas en la aprobación de nuevos créditos, en parte debido a los controles gubernamentales sobre las tasas de interés. Estos límites dificultan que las instituciones financieras puedan ofrecer créditos a clientes con perfiles de mayor riesgo, lo que a su vez afecta la capacidad de los consumidores para acceder a financiamiento.
### Perspectivas para el Final de 2025
A medida que se acercan los últimos meses del año, se anticipa un aumento en el consumo debido a eventos como el Black Friday y las festividades de Navidad y Fin de Año. Sin embargo, la incertidumbre política, especialmente con la consulta popular programada para el 16 de noviembre, podría influir en las decisiones de los hogares. Esta consulta preguntará a los ciudadanos si están de acuerdo con la instalación de una nueva Asamblea Constituyente, lo que podría generar aún más dudas sobre el futuro político y económico del país.
Para contrarrestar la posible caída en el consumo, el Presidente Daniel Noboa ha anunciado el adelanto del décimo tercer sueldo o bono navideño para los empleados públicos, programado para el 14 de noviembre. Esta medida busca estimular el gasto en los hogares, aunque algunos economistas advierten que simplemente adelantar el pago no necesariamente resultará en un aumento del consumo, sino que podría llevar a un gasto anticipado sin un incremento real en la capacidad de compra.
En resumen, el crédito de consumo en Ecuador enfrenta un panorama mixto. Si bien ha crecido en términos absolutos, la desaceleración en la tasa de crecimiento y los factores externos como la inseguridad y la incertidumbre política plantean desafíos significativos. A medida que se acerca el final de 2025, será fundamental observar cómo estos elementos influyen en la confianza de los consumidores y en la dinámica del crédito en el país.
