Las relaciones entre Colombia y Estados Unidos han alcanzado un nuevo nivel de tensión tras las recientes declaraciones del expresidente Donald Trump, quien ha amenazado con llevar a cabo operaciones terrestres en el país sudamericano para combatir el narcotráfico. Esta situación ha provocado una respuesta contundente por parte del Estado Mayor Central (EMC), una de las principales disidencias de las FARC, que ha advertido que combatirán cualquier intento de violación a la soberanía colombiana.
### La amenaza de operaciones terrestres
El anuncio de Trump se produce en un contexto en el que las fuerzas estadounidenses ya están llevando a cabo operaciones en el Caribe y el Pacífico contra los narcotraficantes. En sus declaraciones, Trump instó al gobierno colombiano, liderado por Gustavo Petro, a cerrar los campos de cultivo de coca, el principal insumo para la producción de cocaína. «Si no lo hace, Estados Unidos se los cerrará, y no lo hará de buena forma», afirmó el exmandatario, lo que fue interpretado por el gobierno colombiano como una amenaza directa de invasión.
Gustavo Petro, en respuesta a estas declaraciones, enfatizó que cualquier agresión terrestre por parte de Estados Unidos sería considerada una invasión y una ruptura de la soberanía nacional. Esta postura ha sido respaldada por el EMC, que se ha declarado en estado de alerta ante la posibilidad de una intervención militar.
### La postura del Estado Mayor Central
El EMC, que se separó del acuerdo de paz firmado en 2016 con las FARC, ha emitido un comunicado en el que reafirma su compromiso de defender la soberanía colombiana. En un mensaje compartido con periodistas, los guerrilleros del EMC afirmaron: «Estamos acostumbrados a pelear y combatir a quien nos corresponda, siempre hemos sido férreos contradictores del imperio estadounidense». Esta declaración subraya la determinación del grupo de resistir cualquier intervención militar en el país.
El EMC controla actualmente la producción de cocaína en varias regiones de Colombia, incluyendo el Catatumbo, una zona fronteriza con Venezuela. Su líder, conocido como Iván Mordisco, es considerado uno de los criminales más buscados en Colombia, y su grupo ha sido señalado como uno de los principales actores en el tráfico de drogas en la región.
La advertencia del EMC también se enmarca en un contexto más amplio de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro ha sido acusado por Trump de liderar un cártel del narcotráfico. Maduro, por su parte, ha denunciado que Washington está «inventando una guerra» contra su país como parte de su estrategia en la región.
### Implicaciones para la política colombiana
La escalada de tensiones entre Colombia y Estados Unidos no solo afecta las relaciones bilaterales, sino que también tiene implicaciones significativas para la política interna colombiana. La administración de Petro ha enfrentado críticas tanto a nivel nacional como internacional por su enfoque hacia el narcotráfico y su relación con Estados Unidos. Las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos al presidente colombiano han intensificado el debate sobre la eficacia de las políticas antidrogas y la soberanía nacional.
La situación actual plantea un dilema para el gobierno de Petro, que busca equilibrar la presión internacional con la necesidad de abordar el problema del narcotráfico en Colombia. La advertencia del EMC añade una capa de complejidad a esta situación, ya que el grupo guerrillero ha demostrado su capacidad para resistir y desafiar tanto al gobierno colombiano como a las fuerzas extranjeras.
En este contexto, es crucial que el gobierno colombiano y la comunidad internacional encuentren un enfoque que respete la soberanía de Colombia mientras se abordan las preocupaciones legítimas sobre el narcotráfico. La historia reciente ha demostrado que las intervenciones militares a menudo generan más problemas de los que resuelven, y la experiencia de Colombia con el conflicto armado sugiere que un enfoque más diplomático y colaborativo podría ser más efectivo a largo plazo.
La advertencia del EMC y las amenazas de Trump son un recordatorio de que la lucha contra el narcotráfico en Colombia es un problema complejo que requiere soluciones integrales y respetuosas de la soberanía nacional. A medida que la situación evoluciona, será fundamental seguir de cerca las reacciones tanto del gobierno colombiano como de los grupos armados, así como las respuestas de la comunidad internacional a esta crisis emergente.
