La energía geotérmica se presenta como una alternativa prometedora para abordar el déficit energético que enfrenta Ecuador. En este contexto, el proyecto Chachimbiro, ubicado en la provincia de Imbabura, se perfila como un hito en la generación de energía limpia en el país. Con el respaldo de la cooperación japonesa, este proyecto busca aprovechar el calor del subsuelo para generar electricidad, marcando un paso significativo hacia la sostenibilidad energética.
### Contexto del Proyecto Chachimbiro
Desde su concepción, el proyecto Chachimbiro ha sido considerado una prioridad para el gobierno ecuatoriano, especialmente tras las crisis energéticas que han afectado al país en los últimos años. En 2024, Ecuador experimentó cortes de luz que llegaron a durar hasta 14 horas, lo que evidenció la necesidad urgente de diversificar las fuentes de energía. La geotermia, que utiliza el calor del interior de la Tierra, se presenta como una solución viable y sostenible.
El área de Urcuquí, donde se desarrollará el proyecto, ha mostrado temperaturas adecuadas para la generación de energía geotérmica, alcanzando hasta 235 ºC en las pruebas realizadas desde marzo de 2018. Este calor es fundamental para la operación de una planta geotérmica, que se espera tenga una capacidad de generación de hasta 50 MW, con proyecciones de entrar en funcionamiento entre 2028 y 2029.
La Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) ha jugado un papel crucial en el avance de este proyecto, proporcionando un crédito de aproximadamente 45 millones de dólares para la primera fase. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha realizado ningún desembolso, ya que JICA supervisa cada etapa del proceso para garantizar la transparencia y evitar irregularidades.
### Fases del Proyecto y Proceso de Selección
El desarrollo del proyecto Chachimbiro se dividirá en dos fases. La primera fase consiste en la contratación de consultores para llevar a cabo un estudio de desarrollo del campo, que incluirá la perforación de cinco pozos: cuatro para producción y uno para reinyección. Además, se contempla la construcción de una planta de generación de energía de prueba con una capacidad de hasta 5 MW.
La segunda fase se enfocará en la construcción de pozos adicionales y en la instalación de la central geotérmica que alcanzará la capacidad proyectada de 50 MW. En este sentido, la empresa pública Celec ha recibido varias solicitudes de interés para desarrollar la consultoría necesaria, y tres empresas han sido precalificadas para participar en el proceso.
Kengo Akamine, director de JICA para América Latina, ha destacado que Ecuador es un país prioritario para la cooperación financiera, y que el proyecto Chachimbiro es fundamental dentro de esta estrategia. La selección de consultores se espera que avance durante 2025, con la meta de iniciar la excavación de pozos en el corto plazo.
La vigilancia de JICA en el proceso de contratación es rigurosa. Akamine ha enfatizado que la agencia tiene un protocolo claro para asegurar que todas las etapas del proyecto se realicen de manera transparente y competitiva. Esto incluye la revisión de los términos de referencia y la aprobación de cada fase antes de que Celec pueda proceder con la licitación.
### Impacto Esperado y Futuro de la Geotermia en Ecuador
El impacto del proyecto Chachimbiro podría ser significativo no solo en términos de generación de energía, sino también en la reducción de la dependencia de fuentes de energía no renovables. La implementación de esta planta geotérmica podría contribuir a la estabilidad del suministro eléctrico en Ecuador, especialmente en momentos de alta demanda.
Además, la energía geotérmica es considerada una fuente de energía limpia, lo que se alinea con los objetivos globales de sostenibilidad y reducción de emisiones de carbono. La capacidad de generar electricidad de manera continua y confiable a partir del calor del subsuelo podría posicionar a Ecuador como un líder en la adopción de tecnologías de energía renovable en la región.
El proyecto Chachimbiro no solo representa una solución a los problemas energéticos actuales, sino que también abre la puerta a futuras inversiones en el sector de la energía geotérmica en Ecuador. Con el respaldo de JICA y el compromiso del gobierno ecuatoriano, este proyecto podría ser un modelo a seguir para otras iniciativas de energía renovable en el país.
En resumen, el avance del proyecto Chachimbiro es un paso crucial hacia la diversificación de la matriz energética de Ecuador, ofreciendo una solución sostenible y eficiente para enfrentar los desafíos energéticos del país.