Las tensiones sociales en Ecuador han alcanzado un punto crítico con el paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie). Desde su inicio, el 22 de septiembre de 2025, este movimiento ha generado un impacto significativo en diversas provincias del país, provocando el cierre de vías y la declaración de estado de excepción en varias regiones. Este artículo explora las causas, el desarrollo y las repercusiones de esta crisis en el país sudamericano.
La Conaie, que representa a una amplia gama de comunidades indígenas, ha liderado las protestas en respuesta a las políticas del gobierno, especialmente en lo que respecta a la eliminación del subsidio al diésel y el aumento del IVA del 15% al 12%. Estas decisiones han sido vistas como un ataque directo a la economía de las comunidades más vulnerables, que dependen en gran medida de estos subsidios para su subsistencia. El presidente Daniel Noboa, ante la creciente presión social, ha declarado el estado de excepción en 12 provincias, lo que le otorga a las fuerzas de seguridad mayores poderes para controlar las manifestaciones.
### Impacto en la Movilidad y la Economía
El paro ha tenido un efecto devastador en la movilidad dentro del país. Según informes del ECU 911, se han registrado cierres viales en cinco provincias, lo que ha dificultado el transporte de bienes y personas. En Sucumbíos, por ejemplo, la vía Lago Agrio – Cuyabeno – Puerto El Carmen está bloqueada, mientras que en Chimborazo, las comunidades han cerrado la vía Riobamba – Cuenca, así como otras rutas importantes debido a daños en la infraestructura.
En Cañar, las comunidades han realizado bloqueos en las vías Cuenca – Zhud – Cochancay y Zhud – Cañar, lo que ha generado un caos en el transporte. Bolívar y Imbabura también han sido epicentros de las protestas, con vías cerradas que conectan importantes ciudades. La situación ha llevado a un aumento en los precios de los productos básicos, ya que la escasez de suministros se hace evidente.
La economía ecuatoriana, que ya se encontraba en una situación delicada, se ve aún más afectada por estas movilizaciones. El sector turístico, que es vital para muchas comunidades, ha sufrido pérdidas significativas debido a la falta de acceso a las principales atracciones y la inseguridad generada por las protestas. Las empresas locales, que dependen del flujo constante de turistas y productos, enfrentan un futuro incierto.
### Respuesta del Gobierno y la Conaie
La respuesta del gobierno ha sido contundente. La declaración del estado de excepción permite a las fuerzas de seguridad actuar con mayor libertad, lo que ha llevado a enfrentamientos entre manifestantes y policías en varias ocasiones. La Conaie, por su parte, ha mantenido su postura firme, amenazando con radicalizar las protestas si sus demandas no son atendidas. Marlon Vargas, presidente de la Conaie, ha declarado que si el gobierno no escucha sus peticiones, se tomarán medidas más drásticas, incluyendo la posibilidad de “tomarse Quito”.
Las negociaciones entre el gobierno y la Conaie han sido escasas y, hasta el momento, no han logrado un acuerdo que satisfaga a ambas partes. La falta de diálogo ha exacerbado la situación, y muchos temen que la violencia aumente si no se encuentran soluciones pacíficas. Las comunidades indígenas han expresado su frustración no solo por las políticas económicas, sino también por la falta de representación y atención a sus necesidades históricas.
### La Perspectiva de Futuro
A medida que el paro nacional continúa, la incertidumbre en Ecuador crece. La posibilidad de un diálogo efectivo entre el gobierno y la Conaie es crucial para evitar que la situación se deteriore aún más. La comunidad internacional también está atenta a los acontecimientos, ya que la estabilidad en Ecuador tiene implicaciones más amplias para la región.
Las próximas semanas serán decisivas para el futuro del país. La presión social y la respuesta del gobierno determinarán si se puede alcanzar un acuerdo que beneficie a todos los sectores de la sociedad ecuatoriana. La historia reciente de Ecuador muestra que las crisis sociales pueden tener repercusiones duraderas, y la resolución de este conflicto será fundamental para la cohesión y el desarrollo del país en los años venideros.