El reciente debate sobre la reforma legal que permite al Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) endeudarse ha generado una gran preocupación entre jubilados y afiliados. Esta medida, que busca proporcionar liquidez inmediata, plantea serias interrogantes sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones en Ecuador. La opinión de expertos como Augusto de la Torre, catedrático de la Universidad de Columbia, es crucial para entender las implicaciones de esta reforma.
### La Confusión sobre el Rol del Biess
Uno de los puntos más críticos que menciona De la Torre es la confusión existente sobre la naturaleza del Biess y su función dentro del sistema de pensiones. Según él, el Biess no debería ser considerado un banco en el sentido tradicional, ya que su única obligación es garantizar el pago de pensiones a los jubilados. La reforma actual, que permite al Biess endeudarse, podría desviar recursos que deberían estar destinados a las pensiones hacia el financiamiento del Gobierno, lo que podría poner en riesgo la estabilidad financiera del sistema.
De la Torre enfatiza que la única deuda que debe tener el Biess es con los jubilados. La idea de que un fondo de pensiones se endeude es contradictoria, ya que su función principal es invertir los ahorros de los afiliados para cumplir con sus obligaciones. La reforma, en lugar de abordar los problemas estructurales del sistema, introduce riesgos adicionales que podrían agravar la situación financiera del IESS.
### Implicaciones de la Nueva Ley
La nueva ley que permite al Biess endeudarse plantea varias implicaciones preocupantes. En primer lugar, los aportes de los afiliados, que ya son insuficientes para cubrir las pensiones actuales, se verán aún más comprometidos. Parte de estos aportes tendrán que destinarse al servicio de la nueva deuda, lo que significa que habrá menos recursos disponibles para pagar las jubilaciones. Esto se traduce en una situación de «liquidez para hoy, pero costo de deuda para mañana», como señala De la Torre.
Además, la reforma podría llevar a que el IESS tenga que asumir las deudas adquiridas por el Biess, lo que complicaría aún más su capacidad para cumplir con las pensiones. La estructura actual del sistema, donde el IESS depende de los aportes de los afiliados y del subsidio del Gobierno, ya es frágil. Si se añade una carga de deuda adicional, la situación podría volverse insostenible.
La preocupación entre los jubilados es palpable. Muchos temen que los recursos destinados a sus pensiones sean utilizados para financiar el déficit fiscal del Gobierno, lo que podría resultar en una disminución de sus beneficios. Ante esta situación, los jubilados han anunciado su intención de presentar una demanda ante la Corte Constitucional en cuanto la ley sea publicada en el Registro Oficial.
### La Gobernanza del Biess y el IESS
Otro aspecto crítico que De la Torre menciona es la gobernanza del Biess. La influencia del Ministerio de Finanzas en las decisiones del Biess plantea un conflicto de intereses. El hecho de que el Gobierno tenga un papel dominante en la toma de decisiones sobre los ahorros de los afiliados es problemático, ya que podría priorizar sus necesidades fiscales sobre las obligaciones hacia los jubilados.
La propuesta de crear un directorio exclusivo para el manejo de pensiones, que incluya representantes de los afiliados y jubilados, es una de las soluciones que se han discutido. Esto podría ayudar a garantizar que las decisiones se tomen con un enfoque claro en la protección de los derechos de los jubilados, en lugar de estar influenciadas por las necesidades del Gobierno.
### Reflexiones Finales
La reforma que permite al Biess endeudarse es un tema complejo que requiere un análisis profundo. La opinión de expertos como Augusto de la Torre es fundamental para entender las implicaciones a largo plazo de esta medida. La protección de los derechos de los jubilados y la sostenibilidad del sistema de pensiones deben ser prioridades en cualquier discusión sobre reformas futuras. La situación actual del IESS y el Biess es un recordatorio de la importancia de tener un sistema de pensiones sólido y bien gestionado, que no dependa de soluciones temporales que puedan poner en riesgo el bienestar de los jubilados.