Las tensiones en Ecuador han alcanzado un nuevo pico con la intensificación de las protestas lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Desde el 29 de septiembre de 2025, el país ha estado en medio de un paro nacional que ha movilizado a comunidades indígenas en respuesta a la eliminación del subsidio al diésel y otras políticas del gobierno de Daniel Noboa. Este paro, que ya cumple una semana, ha visto un aumento en la participación de diversas comunidades, especialmente en la Sierra Centro, donde se han reportado bloqueos de carreteras y enfrentamientos con las fuerzas del orden.
La Conaie, a través de su presidente Marlon Vargas, ha hecho un llamado a intensificar las movilizaciones, advirtiendo que el caos en el país será responsabilidad del presidente Noboa. En una rueda de prensa desde Quito, Vargas enfatizó que las protestas no cesarán hasta que se atiendan las demandas de los pueblos indígenas, que incluyen la derogación del decreto que eliminó el subsidio al diésel y la reducción del IVA al 12%. Vargas también ha rechazado cualquier intento del gobierno de calificar a los manifestantes como terroristas, defendiendo la legitimidad de las protestas y denunciando la represión militar.
### La Respuesta del Gobierno y la Situación en las Calles
La respuesta del gobierno ha sido contundente, con el despliegue de militares en varias ciudades, incluyendo Ibarra y Latacunga. Este despliegue ha sido justificado por el gobierno como una medida para mantener el orden público, pero ha sido criticado por la Conaie y organizaciones de derechos humanos, que han denunciado la brutalidad de las fuerzas armadas. La situación se ha vuelto más tensa tras la muerte del comunero indígena Efraín Fuerez, un hecho que Vargas ha calificado de «asesinato» y que ha intensificado las críticas hacia el gobierno.
Las comunidades indígenas han bloqueado carreteras en varias provincias, utilizando troncos, montículos de tierra y llantas para obstaculizar el tráfico. Este tipo de acciones han sido vistas como una forma de presión para que el gobierno escuche sus demandas. Vargas ha declarado que la movilización continuará y que se están organizando marchas en diferentes regiones, incluyendo Tungurahua, donde se espera una gran participación.
El gobierno, por su parte, ha defendido su postura y ha insistido en que las protestas son actos terroristas. Carolina Jaramillo, vocera del gobierno, ha afirmado que las acciones de los manifestantes están vinculadas a grupos delictivos, lo que ha generado aún más indignación entre los líderes indígenas. Alberto Anaiguano, presidente de la Ecuarunari, ha rechazado estas acusaciones, argumentando que el gobierno busca desacreditar el movimiento indígena.
### Demandas y Futuro del Movimiento Indígena
Las demandas de la Conaie son claras y se centran en la derogación del decreto que eliminó el subsidio al diésel, así como en la reducción del IVA. Vargas ha subrayado que el movimiento indígena está dispuesto a luchar por sus derechos y que no se sentarán a negociar con el gobierno hasta que se atiendan sus demandas. La situación actual recuerda a las protestas de 2019 y 2022, donde las comunidades indígenas también se levantaron contra el gobierno por políticas similares.
Además, Vargas ha anunciado que la Conaie hará campaña por el ‘No’ en la consulta popular que se llevará a cabo en noviembre de 2025, donde se planteará la posibilidad de una Asamblea Constituyente. Según Vargas, este proceso podría amenazar los derechos adquiridos por los pueblos indígenas en la Constitución de 2008.
La situación en Ecuador es crítica y la incertidumbre sobre el futuro del país crece a medida que las protestas continúan. La Conaie ha dejado claro que no se detendrán hasta que sus demandas sean escuchadas y atendidas, lo que plantea un desafío significativo para el gobierno de Noboa. Las próximas semanas serán cruciales para determinar el rumbo de las movilizaciones y la respuesta del gobierno ante un movimiento que ha demostrado ser resiliente y decidido a luchar por sus derechos.