En un acto que ha generado una ola de reacciones tanto en Colombia como en Estados Unidos, el presidente colombiano Gustavo Petro se presentó en una manifestación pro Palestina en Nueva York el 26 de septiembre de 2025. Durante este evento, Petro no solo mostró su apoyo a la causa palestina, sino que también hizo un llamado a los soldados estadounidenses para que desobedezcan las órdenes de su presidente, Donald Trump. Este acto ha desatado la ira del gobierno estadounidense, que ha decidido revocar la visa del mandatario colombiano.
La manifestación, que tuvo lugar en Times Square, contó con la participación de figuras destacadas como el rockero Roger Waters, conocido por su crítica abierta al Estado de Israel. Petro, con un megáfono en mano, instó a los soldados estadounidenses a no seguir las órdenes de Trump, lo que fue interpretado como un acto de provocación por parte de la Casa Blanca. En respuesta, el Departamento de Estado de EE. UU. anunció que la visa de Petro sería revocada debido a sus «acciones imprudentes e incendiarias».
### Un Llamado a la Acción Internacional
Durante su discurso, Gustavo Petro no se limitó a criticar la política de Estados Unidos, sino que también propuso la creación de un «Ejército de Salvación del Mundo». Este ejército, según Petro, tendría como objetivo liberar a Palestina y estaría compuesto por efectivos de diferentes países. El presidente colombiano afirmó estar dispuesto a ir al campo de batalla y solicitó el apoyo de otros países, aunque hasta ahora solo Indonesia ha expresado su disposición a unirse a esta iniciativa.
Petro calificó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de «genocida» y pidió su arresto por presuntos crímenes de lesa humanidad en Gaza. En su intervención, el mandatario colombiano enfatizó la necesidad de una acción militar coordinada a nivel internacional, amparada en la figura de la ONU conocida como ‘Uniting for Peace’. Para que esta propuesta se lleve a cabo, necesitaría el respaldo de dos tercios de los Estados miembros en la Asamblea General de la ONU.
«Es el momento de la acción… Hablaré en Colombia para abrir la lista de voluntarios colombianos y colombianas que quieran ir a luchar por la liberación de Palestina», declaró Petro, lo que ha generado un debate sobre la legalidad y la ética de su propuesta. La idea de un ejército internacional más grande que el de Estados Unidos ha sido recibida con escepticismo por muchos analistas, quienes cuestionan la viabilidad de tal iniciativa.
### Reacciones y Consecuencias
La reacción a las declaraciones de Petro ha sido rápida y contundente. La Casa Blanca, a través de su embajada en Bogotá, no tardó en expresar su descontento, afirmando que el presidente colombiano estaba incitando a la violencia y desobediencia. Este tipo de declaraciones no solo pone en riesgo las relaciones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos, sino que también podría tener repercusiones en la política interna colombiana.
El acto de Petro ha sido defendido por algunos sectores de la izquierda en Colombia, quienes ven en sus palabras un acto de valentía y un llamado a la justicia internacional. Sin embargo, otros críticos argumentan que este tipo de retórica solo sirve para exacerbar las tensiones y desviar la atención de los problemas internos que enfrenta Colombia, como la pobreza y la violencia.
La revocación de la visa de Petro es un hecho sin precedentes que podría tener implicaciones significativas para su administración. Algunos analistas sugieren que esta acción podría ser vista como un intento de silenciar a un líder que ha desafiado abiertamente la política estadounidense en la región. Por otro lado, la medida también podría fortalecer la imagen de Petro entre sus seguidores, quienes ven en él un defensor de los derechos humanos y un crítico del imperialismo.
En medio de este escándalo, la comunidad internacional observa de cerca cómo se desarrollarán los acontecimientos. La situación en Gaza sigue siendo un tema candente, y las acciones de líderes como Petro podrían influir en la percepción global sobre el conflicto. A medida que la tensión aumenta, la pregunta que queda es: ¿qué pasos tomará Petro a continuación y cómo responderá la comunidad internacional a sus llamados a la acción?