La reciente residencia de Bad Bunny en el Choliseo de Puerto Rico, titulada ‘No me quiero ir de aquí: Una más’, no solo fue un hito musical, sino que también estuvo marcada por una grave amenaza de seguridad. A medida que el artista se preparaba para cerrar su serie de 31 shows el 20 de septiembre, se reveló que el FBI y el Servicio Secreto estaban involucrados en un operativo de seguridad debido a una amenaza de muerte creíble contra el cantante. Esta situación, que podría haber opacado el evento, se convirtió en un trasfondo dramático para lo que se esperaba fuera una celebración de la música y la cultura puertorriqueña.
La amenaza, según el periodista Jay Fonseca, provenía de un individuo que había expresado intenciones de hacer daño a Bad Bunny a través de las redes sociales. Las autoridades, al enterarse de que el sospechoso tenía antecedentes de comportamiento violento y podría estar armado, decidieron implementar un dispositivo de seguridad sin precedentes para el evento. Esto incluyó la presencia de agentes del FBI y del Servicio Secreto, quienes trabajaron en conjunto con el Departamento de Seguridad Pública de Puerto Rico para garantizar la seguridad del artista y de los asistentes.
El Choliseo, que ya contaba con un robusto sistema de seguridad debido a la magnitud del evento, vio cómo sus medidas se intensificaron aún más. La presencia de figuras de alto perfil como la jueza de la Corte Suprema Sonia Sotomayor y celebridades internacionales como LeBron James y Kylian Mbappé, aumentó la necesidad de un operativo de seguridad excepcional. Fonseca destacó que la situación era tan crítica que incluso se requería la intervención de seguridad federal, algo poco común en conciertos de esta naturaleza.
A pesar de la tensión tras bambalinas, el espectáculo fue un éxito rotundo. Bad Bunny logró llenar el Choliseo noche tras noche, generando un impacto económico estimado en $713 millones, casi el doble de las proyecciones iniciales. Este éxito no solo reafirma la popularidad del artista, sino que también subraya su capacidad para atraer a multitudes y generar ingresos significativos para la economía local. La última función fue transmitida a nivel global a través de Amazon Music, lo que posicionó a Puerto Rico como un centro de entretenimiento mundial.
### La Nueva Gira Mundial y el Activismo de Bad Bunny
Con el cierre de su residencia, Bad Bunny ya tiene la vista puesta en el futuro. Anunció su nueva gira mundial titulada ‘Debí Tirar Más Fotos’, que comenzará el 21 de noviembre en República Dominicana y se extenderá hasta julio de 2026, abarcando Latinoamérica, Europa y Asia. Sin embargo, el artista ha decidido no incluir a Estados Unidos en esta gira, como una forma de protesta contra las políticas de inmigración del país. Esta decisión ha generado un debate considerable, pero también ha reafirmado su compromiso con el activismo social y su deseo de utilizar su plataforma para abordar temas importantes.
La revelación de la amenaza de muerte contra Bad Bunny añade una capa de complejidad a su narrativa como artista. Por un lado, su influencia es innegable, capaz de mover economías y culturas enteras. Por otro, esta misma exposición lo convierte en un blanco para amenazas que ponen en riesgo su vida y la de sus seguidores. La necesidad de un operativo de seguridad tan robusto es un recordatorio de los peligros que enfrentan las figuras públicas en la actualidad.
El hecho de que un evento de tal magnitud se haya llevado a cabo con éxito, a pesar de las circunstancias adversas, es un testimonio del profesionalismo de las autoridades y del equipo de Bad Bunny. La combinación de talento, carisma y un fuerte sentido de responsabilidad social ha permitido que el artista no solo brinde entretenimiento, sino que también se convierta en un símbolo de resistencia y cambio en la industria musical.
A medida que Bad Bunny continúa su carrera, es probable que siga enfrentando desafíos tanto en el escenario como fuera de él. Sin embargo, su capacidad para superar obstáculos y su compromiso con su arte y su comunidad lo posicionan como una de las figuras más influyentes de la música contemporánea. La historia de su residencia en el Choliseo es solo un capítulo en una narrativa mucho más amplia que sigue evolucionando, y que seguramente seguirá capturando la atención del mundo entero.