El Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG) ha lanzado una campaña crucial denominada “Más vida, menos fuego”, que busca concienciar a la población sobre la importancia de prevenir incendios forestales. Esta iniciativa surge en un contexto alarmante, donde los incendios han aumentado significativamente en los últimos años, poniendo en riesgo tanto la biodiversidad como la seguridad de las comunidades locales.
### Un Aumento Preocupante en los Incendios Forestales
En el año 2024, Guayaquil registró un total de 1.293 incendios forestales, lo que representa un incremento del 120 % en comparación con el año anterior. Este aumento no solo es un número alarmante, sino que también refleja un patrón de creciente vulnerabilidad ambiental y social. En lo que va de 2025, ya se han atendido 367 emergencias, lo que pone de manifiesto la necesidad de una respuesta efectiva y rápida ante estos siniestros.
El mayor Carlos Salazar, jefe de la División Técnica Forestal y Ambiental del BCBG, ha destacado que, a pesar del alto número de incendios, la tasa de afectación de hectáreas ha sido la más baja gracias a una planificación efectiva. Las áreas más afectadas suelen ser Socio Vivienda, Cerro Azul, Cerro Blanco y las extensiones hacia la vía a Daule, donde la vulnerabilidad se ve acentuada por el valor de conservación de los bosques.
La campaña “Más vida, menos fuego” se convierte en un llamado urgente a la conciencia ciudadana, enfatizando que el 97 % de los incendios forestales son provocados por la acción humana. Es fundamental que la población comprenda que una simple chispa puede desencadenar una emergencia que amenace no solo al ecosistema, sino también a comunidades enteras.
### Estrategias y Recursos para Combatir Incendios
Ante el desafío de enfrentar incendios cada vez más complejos y extensos, el BCBG ha demostrado una notable capacidad operativa y eficacia. La División Técnica Forestal y Ambiental cuenta con personal altamente capacitado y tecnología de punta. Actualmente, la unidad está compuesta por 72 bomberos forestales especializados y 120 de refuerzo, equipados con camionetas de respuesta ágil que incluyen bombas de agua y herramientas diseñadas para operar en terrenos difíciles.
Además, el uso de drones de última generación ha revolucionado la forma en que se monitorean los incendios. Estos dispositivos permiten observar el avance del fuego, analizar la cobertura vegetal y proyectar la posible expansión de las llamas, lo que facilita una intervención más oportuna y efectiva.
La combinación de preparación humana y recursos tecnológicos ha consolidado al BCBG como un referente regional en la lucha contra incendios forestales. Sin embargo, esta labor no se limita a la respuesta inmediata a emergencias; también incluye un fuerte componente de prevención y educación ciudadana. La campaña “Más vida, menos fuego” busca educar a la población sobre las consecuencias de prácticas peligrosas, como las quemas agrícolas y la acumulación de desechos en zonas de riesgo.
### Marco Legal y Compromiso Institucional
El compromiso del BCBG en la lucha contra los incendios forestales está respaldado por una ordenanza municipal vigente desde 2024, que establece un manejo integral de estos siniestros. Esta normativa no solo impone sanciones a quienes provocan incendios, sino que también promueve una cultura de manejo responsable del fuego. Gracias a este marco legal, se han coordinado acciones conjuntas con el Municipio de Guayaquil y el Ministerio del Ambiente, incluyendo un proyecto de detección temprana mediante cámaras.
El mayor Salazar ha enfatizado que esta ordenanza proporciona un respaldo fundamental para las operaciones del BCBG. “No se trata solo de apagar incendios, sino de evitar que ocurran. La ley ayuda a que la ciudadanía entienda que la prevención no es opcional, es un deber con la ciudad y con el ambiente”, afirmó.
Con 190 años de historia, el BCBG reafirma su vocación de servicio y disciplina, con una visión clara: proteger la vida y el entorno de Guayaquil. La campaña “Más vida, menos fuego” no solo es un llamado a la acción, sino un recordatorio de que el cuidado del entorno es una responsabilidad compartida entre todos los ciudadanos. La participación activa de la comunidad es esencial para mitigar los riesgos de incendios forestales y preservar la biodiversidad que caracteriza a esta región.