La joven guayaquileña Sminorva Peñafiel ha sido elegida como Miss Earth Ecuador 2025, un título que no solo representa un logro personal, sino también un compromiso con el medio ambiente y la protección de la naturaleza. Con tan solo 20 años, Sminorva se prepara para llevar la bandera de Ecuador al certamen internacional que se llevará a cabo en Manila, Filipinas, el próximo 5 de noviembre. Este evento, conocido como Miss Earth, es considerado uno de los certámenes de belleza más importantes del mundo, con un enfoque especial en la conciencia ambiental.
### Un Compromiso con el Medio Ambiente
Desde su designación, Sminorva ha expresado su deseo de ser una embajadora del medio ambiente. «No solo es un título, sino un compromiso con Ecuador», afirma con determinación. La joven ha manifestado que su misión va más allá de la pasarela; quiere trabajar en proyectos educativos que involucren a niños y adolescentes en la protección del planeta. «La Madre Tierra no tiene una voz, y yo soy la voz de la Madre Tierra en Ecuador», dice Sminorva, quien también se preocupa por los animales y su bienestar.
El certamen Miss Earth, creado en 2001 y respaldado por la ONU y UNICEF, busca que sus participantes se conviertan en defensoras de la naturaleza. Con representantes de más de 90 países, el concurso ha logrado destacar a Ecuador en varias ocasiones. Las coronas de Olga Álava en 2011 y Katherine Espín en 2016 son ejemplos de cómo el país ha brillado en esta plataforma. Además, Cristina Reyes y Jennifer Pazmiño también han dejado huella en el certamen, consolidando a Ecuador como uno de los países más destacados en la historia de Miss Earth.
Sminorva, quien actualmente estudia Relaciones Públicas en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), ha cultivado desde pequeña una disciplina que le ha permitido equilibrar sus estudios con su carrera como modelo y emprendedora. Su enfoque en la organización y la preparación la ha llevado a sentirse lista para asumir este nuevo reto. «Pequeñas acciones hacen la diferencia», es su lema, y refleja su compromiso con el medio ambiente y la sociedad.
### La Preparación para el Certamen Internacional
La delegación ecuatoriana, encabezada por Sminorva, partirá el 16 de octubre desde el aeropuerto José Joaquín de Olmedo en Guayaquil hacia Manila. La concentración internacional comenzará poco después de su llegada, donde se preparará para competir con representantes de todo el mundo. Sminorva tiene la mirada puesta en lograr la tercera corona para Ecuador, un objetivo que considera no solo un triunfo personal, sino un triunfo para todo el país.
Óscar Salinas, director de Miss Earth Ecuador, ha resaltado la importancia de este certamen, que combina belleza, trabajo social y compromiso ambiental. «Miss Earth es belleza por una causa. No buscamos solo una reina hermosa, sino una voz para la naturaleza, y Sminorva encarna esa misión», afirma Salinas. Esta visión resalta cómo el certamen va más allá de lo superficial, convirtiéndose en un movimiento global que busca inspirar cambios reales en la sociedad.
La preparación de Sminorva incluye no solo ensayos y entrenamientos para el certamen, sino también un enfoque en cómo comunicar su mensaje sobre la protección del medio ambiente. Consciente de que su papel es ser una portavoz, ha estado trabajando en su oratoria y habilidades de presentación para poder conectar con el público y transmitir su mensaje de manera efectiva.
Sminorva ha expresado su deseo de dejar una huella positiva en el mundo, y su participación en Miss Earth es una plataforma ideal para hacerlo. «Con el apoyo de mis 18 millones de ecuatorianos, vamos a dejar el nombre del país en alto y recordar que cuidar la Tierra es la mayor corona que podemos ganar», concluye con pasión. Su enfoque en la educación y la concienciación ambiental es un reflejo de la nueva generación de líderes que buscan hacer una diferencia en el mundo.
A medida que se acerca la fecha del certamen, la emoción y el nerviosismo son palpables. Sminorva representa no solo a Ecuador, sino también a una nueva era de conciencia ambiental y responsabilidad social. Su historia es un recordatorio de que la belleza puede ser una poderosa herramienta para el cambio, y que cada acción cuenta en la lucha por un futuro más sostenible.
