Las tensiones políticas en Ecuador han alcanzado un nuevo pico tras el anuncio de un paro nacional por parte de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y el Movimiento Campesino e Indígena de Cotopaxi (MICC). El presidente Daniel Noboa, en un acto público realizado el 19 de septiembre de 2025 en Bolívar, se pronunció en contra de las movilizaciones, que se originan como respuesta al fin del subsidio al diésel, un tema que ha generado un amplio debate en el país.
El mandatario ecuatoriano, en su discurso, descalificó las advertencias de la Conaie, afirmando que «los revoltosos de siempre quieren hacer paro» y sugiriendo que las movilizaciones no representan a la nación en su conjunto. Noboa instó a los líderes indígenas a enfocarse en el trabajo en lugar de incitar a la protesta, argumentando que sus comunidades están siendo beneficiadas por las políticas del gobierno. A pesar de no mencionar directamente a la Conaie, su mensaje fue claro: no tolerará lo que considera intentos de desestabilización.
La situación se ha intensificado desde que la Conaie convocó a un paro nacional indefinido, argumentando que la eliminación del subsidio al diésel, que ha llevado el precio del galón a USD 2,80, impactará negativamente en el costo de los alimentos y en la economía de las familias ecuatorianas. En este contexto, el MICC también se unió a la convocatoria, señalando que el fin del subsidio afectará a los más vulnerables.
En respuesta a las declaraciones del MICC, que declaró a Noboa como «persona no grata» en Cotopaxi, el presidente replicó que él también los considera «personas no gratas en todo el país», subrayando que Ecuador pertenece a todos y no a un grupo específico. Esta escalada de tensiones ha llevado a que cinco provincias del país estén bajo estado de excepción y toque de queda, una medida que busca mantener el orden ante posibles disturbios.
**El Contexto del Subsidio al Diésel en Ecuador**
El subsidio al diésel ha sido un tema controvertido en Ecuador, especialmente en un contexto donde los precios de los combustibles han fluctuado considerablemente. La eliminación de este subsidio ha sido parte de las políticas económicas del gobierno de Noboa, que busca reducir el déficit fiscal y mejorar la sostenibilidad económica del país. Sin embargo, esta decisión ha generado un fuerte rechazo entre los sectores más vulnerables, que dependen del diésel para sus actividades diarias, desde el transporte hasta la agricultura.
La Conaie y el MICC argumentan que el fin del subsidio no solo incrementará los precios de los combustibles, sino que también afectará el costo de vida en general, ya que los precios de los alimentos y otros bienes esenciales están directamente relacionados con los costos de transporte. En este sentido, las organizaciones indígenas han llamado a la unidad y movilización, advirtiendo que la situación podría escalar si el gobierno no reconsidera su postura.
El gobierno, por su parte, ha defendido la eliminación del subsidio como una medida necesaria para la salud económica del país. Noboa ha enfatizado que las Fuerzas Armadas y la Policía están preparadas para hacer cumplir la ley y mantener el orden público, lo que ha generado preocupación entre los sectores que temen una represión violenta de las protestas.
**Reacciones y Perspectivas Futuras**
Las reacciones a las declaraciones de Noboa han sido variadas. Mientras algunos sectores apoyan la postura del presidente, argumentando que es necesario tomar decisiones difíciles para el bienestar a largo plazo del país, otros critican su falta de diálogo con las comunidades indígenas y su enfoque confrontativo. La polarización en la sociedad ecuatoriana se hace evidente, y muchos temen que la situación pueda desembocar en un conflicto mayor.
Las organizaciones indígenas han manifestado su intención de continuar con las movilizaciones, y la posibilidad de un paro nacional indefinido se mantiene latente. La respuesta del gobierno y la capacidad de las fuerzas de seguridad para manejar la situación serán cruciales en los próximos días. La comunidad internacional también estará atenta a los acontecimientos, dado que Ecuador ha sido históricamente un país donde las tensiones sociales pueden llevar a cambios significativos en la política y la economía.
En este contexto, la situación en Ecuador es un reflejo de las luchas más amplias que enfrentan muchos países en América Latina, donde las políticas económicas y las demandas sociales a menudo chocan. La capacidad del gobierno de Noboa para navegar estas aguas turbulentas será determinante no solo para su administración, sino también para la estabilidad del país en su conjunto.