La situación en Ciudad de Gaza se ha vuelto insostenible, con miles de habitantes huyendo hacia el sur en medio de una intensa ofensiva militar por parte de Israel. Desde el inicio de este conflicto, que se intensificó tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, la población ha enfrentado un panorama desolador, marcado por bombardeos continuos y una creciente crisis humanitaria.
La ofensiva israelí, que ha incluido ataques aéreos y terrestres, busca desmantelar la infraestructura de Hamás, pero ha tenido un costo devastador para los civiles. La ONU ha declarado oficialmente la hambruna en Gaza, señalando que la situación es crítica y que la ayuda humanitaria es insuficiente para atender a la población afectada. Las cifras son alarmantes: se estima que más de un millón de personas se encuentran atrapadas en Ciudad de Gaza, muchas de las cuales han perdido sus hogares y medios de subsistencia.
### Desplazamientos y Crisis Humanitaria
Los desplazamientos masivos de palestinos han sido una constante en los últimos días. Familias enteras se ven obligadas a abandonar sus hogares, llevando consigo solo lo que pueden cargar. La ruta de evacuación temporal habilitada por las fuerzas israelíes a través de la carretera Salah al Din ha sido una opción para algunos, pero el costo del transporte ha aumentado drásticamente, llegando a superar los 1.000 dólares en algunos casos. Esto ha dejado a muchos, como Aya Ahmed, sin opciones viables para escapar del conflicto.
La desesperación se siente en el aire. «El mundo no entiende lo que está pasando. Ellos [Israel] quieren que evacuemos hacia el sur, pero ¿dónde vamos a vivir? No tenemos carpas, ni transporte, ni dinero», expresa Ahmed, quien se encuentra refugiada con su familia en condiciones precarias. La situación se complica aún más con el cierre de la frontera y la falta de acceso a servicios básicos, lo que ha llevado a un aumento en la mortalidad, especialmente entre los más vulnerables, como los niños.
La Organización Mundial de la Salud ha advertido que los hospitales en Gaza están al borde del colapso, incapaces de atender a la creciente cantidad de heridos. La violencia ha bloqueado el acceso a suministros médicos esenciales, lo que agrava aún más la crisis. En las últimas 24 horas, se han reportado al menos 64 muertes, incluyendo a varios niños, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación.
### Reacciones Internacionales y Condenas
La ofensiva israelí ha suscitado una ola de condenas a nivel internacional. La Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU ha calificado la situación de «genocidio en Gaza», un término que ha generado controversia y rechazo por parte de las autoridades israelíes. La comunidad internacional observa con preocupación el impacto de las acciones militares en la población civil, mientras que España ha anunciado que investigará las violaciones de derechos humanos en Gaza, en un intento por colaborar con la Corte Penal Internacional.
Las protestas no solo se limitan al ámbito internacional; dentro de Israel, también hay voces que critican la ofensiva. Familias de rehenes secuestrados por Hamás han expresado su angustia y frustración, acusando al gobierno de no hacer lo suficiente para asegurar el regreso de sus seres queridos. «Mi hijo se está muriendo allí. En lugar de traerlo de vuelta, has hecho exactamente lo contrario: has hecho todo lo posible para impedir su regreso», declaró Ofir Braslavski, un padre que ha visto cómo su hijo se convierte en una víctima del conflicto.
La escalada de violencia ha dejado un saldo devastador: más de 65.000 palestinos han perdido la vida desde el inicio de la campaña de represalia israelí, la mayoría de ellos civiles. La comunidad internacional se enfrenta a un dilema moral, debatiendo cómo responder a una crisis humanitaria de tal magnitud mientras se intenta abordar las complejidades del conflicto en la región.
La situación en Gaza es un recordatorio sombrío de las consecuencias de los conflictos armados en la vida de los civiles. A medida que los bombardeos continúan y los desplazamientos aumentan, la necesidad de una solución pacífica y duradera se vuelve más urgente que nunca. La comunidad internacional debe actuar con rapidez y determinación para abordar esta crisis y garantizar que se brinde asistencia humanitaria a quienes más la necesitan.