La situación en el Hospital General del Norte Ceibos, perteneciente al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), ha generado una creciente preocupación entre los pacientes y sus familiares. Las denuncias sobre la falta de insumos médicos, la escasez de personal y la mala atención han llevado a que se realicen quejas formales y se inicien investigaciones por parte de las autoridades. Este artículo explora las condiciones actuales del hospital y las implicaciones que tiene para la salud pública en la región.
**Condiciones Críticas en el Hospital**
Recientemente, se han reportado casos alarmantes de negligencia en el Hospital Ceibos. Un neonato falleció debido a lo que se considera mala praxis, lo que ha llevado a la intervención de una comisión de la Asamblea Nacional para investigar el caso. Este incidente ha puesto de manifiesto la grave situación que enfrentan los pacientes que acuden a este centro médico, donde la atención de emergencia se ha vuelto un proceso tedioso y angustiante.
Carlos Luis, un paciente de 54 años, experimentó en carne propia la ineficiencia del sistema. A pesar de llegar con un cólico renal y tener asignada una pulsera amarilla que indicaba una atención urgente, tuvo que esperar más de dos horas para ser atendido. Este tipo de situaciones no son aisladas; muchos pacientes han expresado su frustración por los largos tiempos de espera y la falta de atención adecuada en momentos críticos.
El proceso de triaje, que debería garantizar una atención rápida y eficiente, se ha visto comprometido por la implementación de un nuevo filtro conocido como “pre-triaje”. Este sistema, que se introdujo recientemente, busca evaluar los signos vitales de los pacientes antes de que sean atendidos, pero ha generado más confusión y retrasos. Rosa Amelia Vera, coordinadora del Comité de Usuarios de Servicios de Salud, ha señalado que este nuevo procedimiento ha llevado a que muchos pacientes sean rechazados y enviados a dispensarios de menor nivel, lo que agrava aún más la situación de atención médica en la región.
**Falta de Insumos y Personal**
Uno de los problemas más críticos que enfrenta el Hospital Ceibos es la falta de insumos médicos y medicamentos. Los pacientes han denunciado que, en algunas áreas, se les ha solicitado que traigan sus propias jeringuillas y otros materiales necesarios para recibir atención. Esta situación es inaceptable, ya que pone en riesgo la salud de los pacientes y refleja una grave falta de recursos en el hospital.
La escasez de personal también ha sido un tema recurrente en las quejas. Según el Comité de Usuarios de Salud, hay una brecha significativa en la disponibilidad de médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud. Esta falta de personal capacitado impide que el hospital pueda brindar una atención de calidad y calidez a los pacientes, lo que es fundamental en un entorno médico.
El presupuesto del hospital ha sido otro punto de controversia. En los últimos años, se ha observado una reducción en la asignación de recursos para la adquisición de insumos y medicamentos. En 2024, el hospital recibió un presupuesto de aproximadamente 75 millones de dólares, lo que representa una disminución significativa en comparación con años anteriores. Esta reducción ha llevado a un incumplimiento en los pagos a proveedores, lo que ha resultado en demandas judiciales por parte de empresas que prestan servicios al hospital.
La situación es crítica, y los pacientes que dependen de este hospital para recibir atención médica se encuentran en una posición vulnerable. La falta de recursos y la ineficiencia en la atención no solo afectan la calidad del servicio, sino que también ponen en riesgo la vida de quienes acuden en busca de ayuda.
La comunidad y los organismos de salud deben trabajar en conjunto para abordar estos problemas y garantizar que los pacientes reciban la atención que merecen. La salud pública es un derecho fundamental, y es imperativo que se tomen medidas inmediatas para mejorar las condiciones en el Hospital Ceibos y en otros centros de salud del país. La transparencia en la gestión de recursos y la atención a las necesidades de los pacientes son pasos esenciales para restaurar la confianza en el sistema de salud pública.