La lucha por la protección del territorio ancestral de los waorani ha cobrado fuerza en los últimos años, especialmente tras la consulta popular que se llevó a cabo hace dos años. Esta consulta, que reflejó la voluntad del pueblo ecuatoriano de dejar el petróleo bajo tierra en el Bloque 43-ITT, ha sido un punto de inflexión en la relación entre las comunidades indígenas y el gobierno. El 20 de agosto de 2025, un grupo de indígenas waorani se congregó frente a la Corte Constitucional en Quito para exigir el cumplimiento de esta decisión, que aún no se ha materializado.
La manifestación estuvo marcada por la presencia de pancartas, música y cantos que resonaban en el aire, simbolizando la resistencia de un pueblo que no está dispuesto a ceder ante la explotación de sus recursos naturales. Juan Bai, presidente de la Nacionalidad Waorani del Ecuador (Nawe), fue una de las voces más destacadas durante la protesta. En su discurso, enfatizó que no estaban allí para mendigar, sino para exigir que se respete la decisión tomada por el pueblo ecuatoriano en la consulta popular. «Hace dos años que se llevó a cabo la consulta, en la que el pueblo ecuatoriano se solidarizó con los pueblos waorani y los pueblos en aislamiento voluntario Tagaeri y Taromenane», afirmó Bai, recordando la importancia de la decisión colectiva.
La consulta popular fue un hito en la historia reciente de Ecuador, ya que marcó un cambio significativo en la forma en que se aborda la explotación de recursos naturales en el país. Sin embargo, a pesar de la clara voluntad popular, el gobierno ha sido criticado por su falta de acción en el desmantelamiento del Bloque 43-ITT. Bai recordó que hace un año se presentó un documento a la Corte para exigir una respuesta sobre el cumplimiento del desmantelamiento del bloque petrolero, pero hasta la fecha no han recibido una respuesta satisfactoria.
### Demandas de los Waorani
Durante la manifestación, la NAWE presentó un conjunto de cinco peticiones a la Corte Constitucional, que incluyen la solicitud de información sobre el cronograma y las medidas de desmantelamiento del Bloque 43-ITT. También pidieron detalles sobre las acciones tomadas para garantizar el principio de no contacto con los pueblos Tagaeri y Taromenane, que viven en aislamiento voluntario en la zona del Yasuní. Esta solicitud es crucial, ya que la protección de estos pueblos es fundamental para preservar su cultura y su forma de vida.
Además, los waorani exigieron la realización de una audiencia pública de seguimiento en su territorio, donde se escuche a las comunidades indígenas sobre el proceso de desmantelamiento y las medidas que se deben adoptar para un cierre efectivo. La NAWE también solicitó recomendaciones específicas para asegurar el cumplimiento de la voluntad popular y el mantenimiento del proceso de seguimiento hasta que se logre el cierre efectivo del bloque petrolero.
La situación en el Yasuní es crítica, no solo por la explotación petrolera, sino también por la biodiversidad que alberga. Este parque nacional es considerado uno de los más ricos en biodiversidad del mundo, y su preservación es vital no solo para las comunidades indígenas, sino para el planeta en su conjunto. La lucha de los waorani es un reflejo de la resistencia de muchas comunidades indígenas en todo el mundo que se enfrentan a la explotación de sus tierras y recursos.
### El Papel de las Organizaciones Sociales
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y otras organizaciones sociales han respaldado la lucha de los waorani, reconociendo la importancia de la solidaridad entre las comunidades indígenas. Esta unión es fundamental para fortalecer la voz de los pueblos originarios en un contexto donde sus derechos a menudo son ignorados. La protesta del 20 de agosto no solo fue un llamado a la acción, sino también una oportunidad para visibilizar la lucha de los waorani y la necesidad de un cambio en la política ambiental del país.
La presión social y la movilización de las comunidades indígenas han demostrado ser herramientas efectivas para exigir cambios en las políticas gubernamentales. Sin embargo, la lucha por el cierre del Bloque 43-ITT es solo una parte de un problema más amplio que involucra la explotación de recursos naturales en territorios indígenas. La resistencia de los waorani es un recordatorio de que la defensa del medio ambiente y los derechos humanos están intrínsecamente ligados.
La situación en el Yasuní y la lucha de los waorani continúan siendo un tema de gran relevancia en Ecuador. A medida que se acercan las elecciones y se discuten nuevas políticas, es crucial que la voz de las comunidades indígenas sea escuchada y que se tomen medidas concretas para proteger su territorio y su forma de vida. La protesta del 20 de agosto es un claro ejemplo de que la lucha por la justicia ambiental y social sigue viva y que los pueblos indígenas están dispuestos a defender sus derechos a toda costa.