La noche del 16 de agosto de 2025 quedará grabada en la memoria de muchos, ya que Gisell Rosales, una joven de 21 años originaria de Machala, fue coronada como la nueva Miss Ecuador 2025. Este evento, que tuvo lugar en el malecón del balneario de Salinas, no solo fue una celebración de la belleza, sino también un despliegue de cultura y talento ecuatoriano que atrajo a miles de asistentes.
La gala, que se desarrolló en un entorno natural al pie del mar, ofreció un espectáculo inolvidable donde la música, los juegos de luces y la belleza de las candidatas se unieron para crear una atmósfera vibrante. La participación de 19 candidatas de diversas ciudades y provincias del país hizo que la competencia fuera aún más reñida. Este año, el evento se realizó de manera abierta al público, permitiendo que tanto turistas como residentes de la Península de Santa Elena disfrutaran de la velada sin costo alguno.
### La Trayectoria de Gisell Rosales
Gisell Rosales no es una desconocida en el mundo de los concursos de belleza. Antes de ser coronada como Miss Ecuador, ya había acumulado una notable trayectoria en el ámbito de la belleza. Fue reina de Machala entre 2022 y 2024, así como reina de la provincia de El Oro. Actualmente, también ostenta el título de Reina Nacional de la Minería. Su dedicación y esfuerzo en las pasarelas, junto con su preparación integral, la llevaron a alcanzar la codiciada corona nacional.
Además de su indiscutible belleza, Gisell se destaca por su formación académica. Es licenciada en Educación Inicial y domina el idioma inglés, lo que la convierte en una embajadora versátil y preparada para representar a Ecuador en certámenes internacionales. Su compromiso social es igualmente admirable; ha estado involucrada en el programa ‘Unidos por una Sonrisa’, que se dedica a brindar apoyo a niños y familias de escasos recursos, demostrando que la belleza también puede ir acompañada de una fuerte responsabilidad social.
### Un Evento Lleno de Emociones y Talento
El certamen de Miss Ecuador 2025 no solo se centró en la belleza de las candidatas, sino que también incluyó una serie de presentaciones artísticas que enriquecieron la experiencia del público. La producción del evento fue de alto nivel, con efectos especiales y la participación de artistas nacionales que hicieron de la noche un verdadero festival de cultura ecuatoriana. Para garantizar que todos los asistentes pudieran disfrutar del espectáculo, se instalaron pantallas gigantes a lo largo del malecón, donde la velada comenzó a las 19h00.
La atmósfera durante el evento fue electrizante. El sonido de las olas del mar se mezclaba con los aplausos y gritos de apoyo de los asistentes, quienes animaron a sus favoritas en cada pasarela. La interacción del público con las candidatas fue un aspecto destacado de la noche, creando un ambiente de camaradería y celebración.
En la fase final del certamen, Gisell Rosales compitió por la corona junto a Alexandra Mina, representante de Santo Domingo de los Tsáchilas, quien se posicionó como primera finalista y fue una de las favoritas del público. El cuadro de finalistas también incluyó a Emy Ocampo de Manta, Gina Morales de Guayaquil, Natalia Ormeño de Bahía de Caráquez y Sofía Pérez de Samborondón. Cada una de estas jóvenes trajo su propio encanto y talento al escenario, haciendo que la decisión del jurado fuera aún más complicada.
Con su victoria, Gisell Rosales no solo se convierte en la nueva embajadora de la belleza ecuatoriana, sino que también llevará la representación del país en certámenes internacionales, dejando en alto el nombre de Machala y de toda la provincia de El Oro. Su coronación es un testimonio de que la belleza puede ser un vehículo para el cambio social y la promoción de valores positivos en la sociedad.
La gala de Miss Ecuador 2025 ha dejado una huella imborrable en la memoria de quienes asistieron, y ha reafirmado la importancia de estos eventos en la promoción de la cultura y la belleza ecuatoriana. La participación activa del público y el talento de las candidatas han hecho de esta edición un evento memorable que seguramente será recordado por años.