El 8 de agosto de 2025, el gabinete de seguridad del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aprobó un controvertido plan para «tomar el control» de la Ciudad de Gaza. Este territorio, que alberga a cerca de un millón de personas, se encuentra en el centro de un conflicto que ha dejado más de 61,250 palestinos muertos. La decisión ha generado una ola de críticas tanto a nivel local como internacional, especialmente por parte de organismos de derechos humanos y gobiernos de países aliados.
### La Estrategia de Netanyahu y sus Implicaciones
La propuesta de Netanyahu busca que Gaza sea administrada por «fuerzas árabes» que, según él, gobernarán de manera adecuada y ofrecerán una vida digna a los habitantes. Sin embargo, esta afirmación ha sido recibida con escepticismo, dado el contexto de violencia y desplazamiento forzado que ha caracterizado a la región. La ONU, a través de su alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Trürk, ha exigido que el plan sea detenido de inmediato, argumentando que la ocupación solo exacerbará la crisis humanitaria.
A pesar de las críticas, Netanyahu ha afirmado que el ejército israelí continuará con la distribución de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, un punto que ha sido cuestionado por organizaciones como Médicos Sin Fronteras. Esta ONG ha denunciado que los puntos de asistencia han sido utilizados como «sitios de asesinatos orquestados», lo que ha llevado a un aumento en la desconfianza entre la población palestina y las autoridades israelíes.
La situación se complica aún más con la reciente tensión entre Estados Unidos e Israel. Un informe de la cadena NBC reveló que una conversación entre Donald Trump y Netanyahu se tornó acalorada, con el presidente estadounidense expresando su preocupación por la situación en Gaza. La Fundación Humanitaria de Gaza, financiada por Estados Unidos e Israel, ha sido objeto de críticas por su supuesta ineficacia en la entrega de ayuda, lo que ha llevado a un aumento en la presión sobre Netanyahu para que revise su estrategia.
### La Reacción de Alemania y el Contexto Europeo
Alemania, tradicionalmente uno de los principales aliados de Israel en Europa, ha comenzado a distanciarse de las políticas de Netanyahu. El 8 de agosto, el canciller alemán, Friedrich Merz, anunció la suspensión del envío de material militar que pudiera ser utilizado en Gaza. Aunque Merz no se pronunció directamente sobre los planes de ocupación, sí instó a Netanyahu a evitar cualquier paso hacia la anexión de Cisjordania, otro territorio palestino que se encuentra bajo tensión.
Este cambio en la postura alemana es significativo, dado que Estados Unidos y Alemania han sido los mayores proveedores de armas a Israel en los últimos años. La decisión de Alemania podría influir en otros países europeos y en la política internacional hacia el conflicto israelí-palestino. La presión sobre Netanyahu está aumentando, y la comunidad internacional observa de cerca cómo se desarrollan los acontecimientos.
### La Situación de los Rehenes y el Futuro del Conflicto
En medio de este clima de tensión, el grupo islamista palestino Hamás ha rechazado los planes de Israel y ha advertido sobre posibles represalias. Se estima que alrededor de 50 rehenes israelíes siguen en manos de Hamás, y la situación es cada vez más precaria. Recientemente, se han difundido videos que muestran a algunos de estos rehenes en condiciones alarmantes, lo que ha suscitado una mayor preocupación entre las familias y la sociedad israelí.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Eyal Zamir, ha expresado su desacuerdo con la estrategia de tomar Gaza, argumentando que esto podría poner en peligro la vida de los rehenes. Esta división dentro del liderazgo militar israelí refleja la complejidad del conflicto y las múltiples capas de intereses en juego.
La situación en Gaza es un microcosmos de las tensiones más amplias en el Medio Oriente, donde las decisiones políticas y militares tienen repercusiones profundas en la vida de millones de personas. A medida que los líderes internacionales se pronuncian y las organizaciones de derechos humanos alzan la voz, el futuro de Gaza y de la región en su conjunto sigue siendo incierto. Las acciones de Netanyahu, la respuesta de la comunidad internacional y la situación de los rehenes son solo algunos de los factores que determinarán el rumbo de este conflicto en los próximos meses.