En el contexto político actual de Ecuador, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) se encuentra en el centro de un intenso debate sobre su futuro. Desde su creación en 2008, este organismo ha sido objeto de críticas y propuestas de eliminación, lo que ha generado un ambiente de incertidumbre respecto a su papel en la gobernanza del país. El presidente Daniel Noboa ha manifestado su intención de eliminar el CPCCS mediante una enmienda constitucional, lo que plantea preguntas sobre el impacto de esta decisión en la política ecuatoriana y en la participación ciudadana.
La historia del CPCCS está marcada por intentos fallidos de eliminación, con tres iniciativas formales desde su creación. La primera de estas propuestas se presentó en 2019, cuando Michael Aulestia, un concejal de Quito, llevó un proyecto a la Corte Constitucional para modificar la Constitución y eliminar el CPCCS. A esta iniciativa le siguió otra propuesta del Comité por la Institucionalización Democrática, que también buscaba eliminar el organismo. Sin embargo, ambas propuestas fueron rechazadas por la Asamblea Nacional en 2021, lo que evidenció la resistencia política a desmantelar esta institución.
A lo largo de los años, el CPCCS ha sido criticado por su cercanía al poder político de turno, lo que ha llevado a cuestionar su imparcialidad y efectividad. Durante la presidencia de Rafael Correa, el CPCCS operó con normalidad, pero a medida que las relaciones políticas se deterioraron, surgieron propuestas para limitar sus funciones. En 2018, el entonces presidente Lenín Moreno propuso una consulta popular que resultó en la destitución de varios vocales del CPCCS, marcando un cambio significativo en su estructura y funcionamiento.
En 2023, el expresidente Guillermo Lasso también intentó reducir las facultades del CPCCS, pero sus esfuerzos fueron en vano, ya que la población se pronunció en contra de sus propuestas en la consulta popular. A pesar de estos fracasos, el actual presidente Noboa ha decidido retomar la iniciativa de eliminar el CPCCS, lo que podría marcar un hito en la historia política del país si se concreta.
### La Propuesta de Noboa y sus Implicaciones
El 5 de agosto de 2025, el presidente Noboa anunció su intención de llevar a cabo un referendo para eliminar el CPCCS, lo que podría realizarse el 14 de diciembre de 2025. Esta propuesta se enmarca dentro de un contexto más amplio de reformas constitucionales que buscan modificar la estructura del CPCCS y su forma de elección. Noboa ha señalado que su objetivo es simplificar el proceso mediante una enmienda constitucional, lo que podría facilitar la eliminación del organismo en comparación con los procedimientos más largos requeridos para una reforma parcial.
Sin embargo, la Corte Constitucional ya se ha pronunciado sobre las iniciativas anteriores, indicando que la eliminación del CPCCS debería seguir un proceso más riguroso que incluya debates en la Asamblea Nacional. Esto plantea un desafío significativo para Noboa, ya que su propuesta deberá ser evaluada y aprobada por el Legislativo antes de ser sometida a votación popular.
Mientras tanto, el CPCCS continúa funcionando y tiene en trámite cinco procesos de designación de autoridades, lo que demuestra que, independientemente de las intenciones del gobierno, el organismo sigue desempeñando un papel activo en la política ecuatoriana. Los consejeros del CPCCS han expresado su compromiso de seguir trabajando en la designación de autoridades y en la defensa de la participación ciudadana, resaltando la importancia de su existencia en la toma de decisiones sobre asuntos de interés público.
### Retos y Oportunidades para la Participación Ciudadana
La posible eliminación del CPCCS plantea importantes preguntas sobre el futuro de la participación ciudadana en Ecuador. Este organismo fue creado con el propósito de fortalecer la democracia y garantizar que los ciudadanos tuvieran voz en la selección de autoridades de control. Sin embargo, su cercanía al poder político ha generado desconfianza entre la población, lo que ha llevado a muchos a cuestionar su efectividad.
La eliminación del CPCCS podría abrir la puerta a nuevas formas de participación ciudadana, pero también podría crear un vacío en la supervisión de las instituciones del Estado. Es crucial que cualquier reforma que se implemente no solo busque desmantelar estructuras existentes, sino que también promueva mecanismos que fortalezcan la participación y el control social.
En este contexto, es fundamental que los ciudadanos se mantengan informados y participen activamente en el debate sobre el futuro del CPCCS. La historia reciente de Ecuador muestra que la participación ciudadana es clave para la construcción de una democracia sólida y efectiva. La decisión de eliminar o reformar el CPCCS no solo afectará a las instituciones del país, sino que también tendrá un impacto directo en la capacidad de los ciudadanos para influir en la toma de decisiones que afectan sus vidas.
A medida que se acercan las fechas clave para la posible votación sobre la eliminación del CPCCS, es esencial que los ecuatorianos se involucren en el proceso y exijan transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública. La historia del CPCCS es un recordatorio de la importancia de la participación ciudadana en la construcción de un futuro democrático y justo para todos.