La situación del sistema de salud pública en Ecuador se ha vuelto crítica, especialmente en lo que respecta a la atención de pacientes en hospitales públicos. Desde la llegada del presidente Daniel Noboa al poder en 2023, se han implementado recortes significativos en el presupuesto destinado a la salud, lo que ha generado un impacto directo en la calidad de atención y en la capacidad operativa de los hospitales. La reducción del presupuesto para la Red Pública y Privada ha llevado a una disminución alarmante en la asignación de recursos para servicios esenciales, afectando tanto a los pacientes como a los profesionales de la salud.
**Impacto de los Recortes Presupuestarios en la Atención Médica**
Los datos revelan que el presupuesto destinado a la atención de pacientes ha sufrido un recorte drástico. En 2023, el Ministerio de Salud asignó USD 366,7 millones para cubrir los gastos de atención en hospitales privados y del IESS, pero esta cifra se desplomó a USD 84,8 millones en 2024 y alcanzó un mínimo histórico de USD 11,6 millones en 2025. Esta reducción no solo afecta a los hospitales públicos, que se ven obligados a derivar pacientes a clínicas privadas, sino que también pone en riesgo la atención de aquellos que requieren servicios médicos urgentes.
Ana Delgado, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados del Ecuador (ACHPE), ha señalado que las clínicas privadas también enfrentan una crisis económica debido a la deuda acumulada por parte del IESS y el Ministerio de Salud. Hasta abril de 2025, la deuda total ascendía a USD 415 millones, de los cuales USD 287 millones correspondían al IESS y USD 127 millones al Ministerio. Esta situación ha llevado a que muchos prestadores de servicios médicos se encuentren en una posición precaria, incapaces de ofrecer atención adecuada a los pacientes.
Los testimonios de pacientes como Angélica, quien ha estado esperando una operación por meses, ilustran la gravedad de la situación. Ella ha gastado alrededor de USD 2.000 en exámenes y tratamientos, mientras su dolor se intensifica sin una fecha clara para su intervención. Este tipo de historias se repiten en los pasillos de hospitales como el Eugenio Espejo, donde la falta de recursos se ha vuelto una constante.
**Desafíos en la Infraestructura y Servicios Básicos**
La crisis no se limita a la atención médica; también afecta a los servicios básicos y a la infraestructura de los hospitales. En los últimos tres años, el presupuesto destinado al pago de servicios básicos ha caído de USD 34,3 millones a USD 16,3 millones, lo que representa una reducción de más de la mitad. Esta situación ha generado preocupación entre los médicos, quienes temen que la falta de recursos pueda llevar a la suspensión de servicios esenciales como agua y electricidad en los hospitales.
Santiago Carrasco, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, ha expresado su preocupación por la falta de atención a la salud pública por parte de las autoridades. Según él, la crisis actual es el resultado de un problema estructural que se ha ido agravando con el tiempo. La falta de inversión en infraestructura hospitalaria es evidente, ya que muchos hospitales requieren urgentemente reparaciones y mejoras para poder atender a un número creciente de pacientes. En el Hospital Eugenio Espejo, por ejemplo, solo funcionan tres de los cinco ascensores, lo que complica el acceso a la atención médica para más de 1.000 pacientes que buscan servicios diariamente.
La situación ha llevado a algunos médicos a considerar la posibilidad de realizar protestas para exigir que el Ministerio de Salud aborde los problemas estructurales que afectan al sistema. La falta de recursos y la creciente demanda de atención médica han creado un círculo vicioso que amenaza con colapsar el sistema de salud pública en el país. La falta de alimentos para pacientes y médicos, la escasez de medicamentos y la insuficiencia de equipos médicos son solo algunas de las consecuencias de esta crisis.
La portavoz del Gobierno, Carolina Jaramillo, ha reconocido la gravedad de la situación y ha prometido abordar el tema en reuniones con el Ministro de Salud. Sin embargo, muchos pacientes y profesionales de la salud se muestran escépticos ante las promesas de soluciones rápidas, dado el historial de recortes y la falta de atención a las necesidades del sistema de salud.
La crisis en el sistema de salud pública de Ecuador es un reflejo de la falta de prioridades en la agenda gubernamental. A medida que los recortes presupuestarios continúan, la salud de millones de ecuatorianos se ve comprometida, y la necesidad de una respuesta efectiva y urgente se vuelve cada vez más apremiante.